La evaluación sobre la facilidad para hacer negocios se determina a través de un ejercicio hipotético en el que se analiza el tiempo, los costos y el número de procedimientos que se tendría que efectuar para abrir una empresa, obtener un permiso de construcción, registrar una propiedad o exigir el cumplimiento de un contrato, de acuerdo a la legislación local de cada país.
Este índice sólo mide un aspecto de varios que integran la competitividad: la facilidad para hacer negocios.
La calificación obtenida en los indicadores se basa en la distancia a la frontera que separa a cada una de las economías, respecto a las mejor evaluadas, de acuerdo a una escala del 0 al 100. Posteriormente, se genera un promedio simple de cada uno de los indicadores para obtener la calificación y la posición general dentro del ranking.
Asimismo, los indicadores están integrados por 45 factores elaborados a partir del análisis de regulaciones vigentes en diversas materias, consultas con autoridades en los diferentes niveles de gobierno y del poder judicial, así como la opinión de expertos en la materia (abogados, contadores, ingenieros y notarios). Adicionalmente, para las economías con una población superior a 100 millones de personas se consideran las dos ciudades más importantes. En el caso de México, se contempla la Ciudad de México y Monterrey, con pesos para el cálculo del ranking, de acuerdo a su población, de 0.83 y 0.17, respectivamente.
