El uso de polvos de epazote es una alternativa para el control del gorgojo del maíz durante el almacenamiento, con ello se pretende reducir pérdidas durante este proceso. Esta planta con actividad insecticida es una opción económica y amigable con el ambiente, una práctica que se recupera de la agricultura tradicional, sobre todo cuando los volúmenes de semilla a almacenar y tratar son pequeños.
La Dra. María Alma Rangel Fajardo, investigadora del Campo Experimental Mocochá, del Centro de investigación Regional del Sureste (CIRSE) perteneciente al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) informó lo anterior y dijo que, en la región se han reportado pérdidas de grano de maíz por gorgojo, principalmente, registrándose daño en el grano incluso por arriba del 50%. Los problemas de pérdidas por daños de plagas de almacén se acentúan en los trópicos, favorecidos por las altas temperaturas.
La investigadora señaló que, cuando los volúmenes de semilla a almacenar y tratar son pequeños, y el objetivo es evitar la pérdida del grano para el consumo familiar, lo más recomendable es el uso de métodos o productos de bajo costo y mínimo riesgo de toxicidad, como es el caso del polvo de epazote.
El epazote es una planta de uso común en la cocina y el polvo se obtiene fácilmente a través de la deshidratación del epazote fresco que posteriormente es pulverizado en molino de mano o molino para moler café.
La Dra. Rangel detalló que el polvo obtenido se conserva en un frasco tapado herméticamente hasta el momento de su aplicación. “Si se conserva de esta forma, puede mantenerse por más de un año y el efecto insecticida sigue vigente. Para una protección de tres meses se aplica 10 gramos de polvo por cada kilo de semilla o grano. Después de este tiempo, se puede volver a aplicar otra dosis, hasta que se vaya a utilizar el maíz”, mencionó.
Para mayor información puede consultar la publicación en la Biblioteca Digital del INIFAP en la siguiente liga electrónica: