/cms/uploads/image/file/614497/Disen_o_sin_ti_tulo.png

La diversidad biológica y cultural dan origen a la agrobiodiversidad o diversidad agrícola. Ésta se enfoca principalmente en alimentos, fibras y medicinas de origen natural, así como su producción, en donde se incluye la diversidad a nivel ecosistema, especie y genes (Casas y Vallejo, 2019, Jackson et al., 2007 y FAO, 2004).

Para que México pueda aprovechar el gran potencial de su agrobiodiversidad, es indispensable conservar la diversidad biológica en su conjunto al igual que los servicios ambientales que proveen los ecosistemas, ya que forman parte vital de la gran riqueza biocultural de México, siendo las comunidades indígenas y pequeños productores, actores clave en su conservación gracias al amplio conocimiento tradicional que tienen.

En este sentido, el sector agrícola es uno de los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad, y al mismo tiempo es de los más afectados por estos procesos. De ahí la importancia de tomar en cuenta el valor de los servicios ambientales para definir acciones que nos lleven hacía prácticas más amigables en donde podamos aprovechar de manera natural y responsable estos servicios que nos brindan.