El apicultor, también conocido como colmenero, es la persona que se encarga de cuidar y mantener a la abeja doméstica con el fin de explotar sus diferentes beneficios como la polinización, producción de miel, polen, cera, propóleo, jalea real y veneno (apitoxina).
Algunos apicultores también se encargan de criar abejas obreras, zánganos y reinas; ya sea para su propio reemplazo o para la venta externa.
¿Qué se necesita para ser apicultor?
Hoy día, para acceder a un curso e iniciarse en el arte de la apicultura, se requiere de conocimientos relacionados con las matemáticas, fisiología y comportamiento de las abejas, nutrición apícola, ética laboral, control de stock, uso de herramientas, primeros auxilios, buenas prácticas agropecuarias y hasta de arquitectura, relacionada con el diseño, armado y acondicionamiento de las colmenas. En compensación, se considera una de las actividades ganaderas que permite recuperar el capital invertido a corto plazo.
Lo anterior, asociado a que este oficio sea de su agrado y le guste trabajar entre miles de abejas, tenga la vocación, sea amante de la naturaleza, estar dispuesto a llevarse una que otra picadura, y por supuesto ¡siempre andar bien vestido!
Para información estadística sobre miel y cera en greña o cualquier otra especie/producto pecuario, consulte el Anuario Estadístico de la Producción Ganadera, el Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON) y las Monografías de Productos Agroalimentarios Mexicanos.