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INTRODUCCIÓN

La gerencia en los sistemas de salud se refiere al conjunto de procesos, herramientas y estructuras que se utilizan para planificar, organizar, dirigir y controlar la gestión de los recursos que intervienen en los servicios de salud.

A través de la Dirección de Sistemas Gerenciales, se busca fortalecer la rectoría de la Secretaría de Salud sobre el Sistema Nacional de Salud a través del diseño e implementación de políticas y estrategias gerenciales que fomenten el desarrollo organizacional e institucional del sector. Para ello, nos enfocamos en la mejora continua de las habilidades y capacidades de los tomadores de decisiones, impulsando la excelencia en la gestión de la atención a la salud.

Las intervenciones se dirigen en los 3 distintos niveles de gestión que se señalan a continuación:

Figura 1. Niveles gerenciales en salud.
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Fuente: DGPLADES. Adaptado de OPS (2010). Metodología de gestión productiva de los servicios de salud.

Entendiéndose como gerente en salud a la persona que administra entornos de atención a la salud, esto incluye a la persona a cargo de la autoridad sanitaria nacional, estatal y todas las demás personas involucradas en la toma de decisiones que afectan los resultados del sistema.

La gerencia del SNS exige que se tenga en cuenta que:

  • La complejidad y dinamismo del sistema hace que los puntos de equilibrio sean momentáneos, por lo que el comportamiento suele parecer caótico y aleatorio.
  • Los gerentes son personas con un comportamiento independiente que responden a reglas físicas, psicológicas y sociales, además de las necesidades de la dinámica del sistema.
  • Las visiones, capacidades y comportamientos se reflejan en las estrategias y formas de gerencia, por lo que, la interacción entre estos puede ser complicada, situación que eventualmente incide en los resultados.
  • La adaptación y el aprendizaje tienden a la auto-organización, donde surgen comportamientos no diseñados en el sistema, que pueden producir innovaciones valiosas o accidentes desafortunados.
  • La dimensión del sistema requiere más de un punto de control, por lo que hay más de una persona a cargo de las decisiones, en consecuencia, es mejor influir en las decisiones que tratar de controlarlas.

La posición de los gerentes les da el poder de tomar decisiones que inciden directamente en lo que les corresponde del sistema e indirectamente en las áreas con las que se relacionan sus funciones. Esto resulta en que, para actuar con competencia los gerentes y su equipo de trabajo, además del poder actuar mediante los recursos disponibles, deben tener la actitud para querer actuar y a su vez saber actuar desde los conocimientos y habilidades adecuadas.

Figura 2. Actuación por competencias.
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Fuente: DGPLADES. Elaboración Propia con base en Rosales (2014) OPS/OMS.

INFORMACIÓN ADICIONAL