...como un factor que requiere especial atención, por lo que nadie puede quedarse al margen y, en ese sentido, toda empresa debería considerar la implementación de un Sistema de Gestión de la Energía (SGEn), que lleve a la optimización de su uso en forma eficaz, justificando su rentabilidad con la reducción de los costos energéticos.

En ese contexto, el SGEn habrá de concebirse como un esfuerzo organizado y estructurado para conseguir la máxima eficiencia en la utilización de la energía, lo que implica lograr un uso más racional de la misma y que permita reducir el consumo sin afectar el confort, productividad, calidad de los servicios y, de un modo general, mejorar los niveles de desempeño establecidos.

En esta línea, los SGEn permiten el empoderamiento de quienes son responsables de la operación en una instalación ya que, al introducirlos, los ejecutivos de más alto nivel están obligados a apoyarlos; para ello, se debe asegurar que existan políticas y recursos orientados a identificar y aprovechar las oportunidades de ahorro y uso eficiente de la energía de esa instalación.

Una de las principales dificultades que se pueden presentar para la implementación de un SGEn es, en general, la falta de especialización del personal administrativo y técnico. Por esta razón, el SGEn debe abarcar todos los medios de que dispone la alta dirección de la empresa para alcanzar los objetivos.

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