Hablar de seguridad vial, también implica hacerlo sobre accidentes de tránsito, pues éstos tienen una gran incidencia en todo el mundo. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 1, 35 millones de personas mueren cada año por este motivo.

 

La OMS también estima que cada año resultan heridas de 20 a 50 millones de personas a consecuencia de accidentes de tránsito no mortales, muchas de ellas con discapacidad permanente. Esto se traduce en un importante problema de salud pública  pues tiene una amplia gama de consecuencias sociales y económicas que, de no atenderse, pueden afectar al desarrollo sostenible de los países.

 

Derivado de ello,  en marzo de 2010, la Asamblea General de la ONU, proclamó el periodo 2011-2020 como el Decenio de Acción para la Seguridad Vial, cuyo objetivo general fue estabilizar y en su momento, reducir las cifras de víctimas mortales con motivo de accidentes vehiculares en el mundo.

 

Para ello se solicitó a la OMS y a las comisiones regionales, que elaboraran un plan de acción con el fin de conseguir los objetivos, realizando informes sobre seguridad vial en el mundo, así como sus instrumentos necesarios, es decir, una guía que permita orientar a los países miembros a facilitar la aplicación de las medidas destinadas para lograr las metas y objetivos del Decenio de Acción para la Seguridad Vial.

 

Entre las propuestas destacan:

 

1. La incorporación de las características de la seguridad vial en la utilización de la tierra, la planificación urbana y la planificación del transporte;

 

2. el diseño de carreteras más seguras y la exigencia de auditorías independientes en materia de seguridad vial para los nuevos proyectos de construcción;

 

3. el mejoramiento de las características de seguridad de los vehículos;

 

4. el fomento del transporte público;

 

5. el control eficaz de la velocidad a cargo de la policía y mediante el uso de medidas de descongestión del tránsito;

 

6. el establecimiento y observancia de leyes armonizadas a escala internacional que exijan el uso del cinturón de seguridad, del casco y de los sistemas de retención para niños;

 

7. la fijación e imposición de límites de alcoholemia a los conductores, y el mejoramiento de la atención que reciben las víctimas de los accidentes de tránsito.

 

Al respecto, en México el Ejecutivo Federal, publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Estrategia Nacional de Seguridad vial 2011-2020, con la cual se tiene como objetivo general reducir un 50% las muertes, así como reducir al máximo posible las lesiones y discapacidades por accidentes de tránsito en el territorio nacional, promoviendo la participación de las autoridades de los tres niveles de gobierno, en la implementación de las siguientes acciones:

 

a)      Coadyuvar en el fortalecimiento de la capacidad de gestión de la seguridad vial, a través de las siguientes actividades, como puede ser la promoción participativa que corresponda a los tres niveles de gobierno entre sí, para implementar coordinadamente políticas o programas de seguridad vial, e involucrar a la sociedad civil, empresas y usuarios de las vías, en el desarrollo de estrategias nacionales, estatales y locales de seguridad vial que contengan metas e indicadores.

 

b)      Participar en la revisión de la modernización de la infraestructura vial y de transporte más segura.

 

c)       Fomentar el uso de vehículos más seguros.

 

d)      Mejorar el comportamiento de personas usuarias de las vialidades incidiendo en los factores de riesgo que propician la ocurrencia de accidentes de tránsito, y

 

e)      Fortalecer la atención del trauma y de los padecimientos agudos mediante la mejora de los servicios de atención médica pre-hospitalaria y hospitalaria.

 

 

A finales del 2020, casi llegando a la conclusión del decenio, la ONU proclama el  2021-2030 Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial. Para este nuevo periodo, el Gobierno de México a través del “Programa Sectorial de Comunicaciones y Transportes 2020-2024”, especifica como estrategia prioritaria mejorar la seguridad vial en la Red Carretera Federal para el bienestar de todas y todos los usuarios.

 

Las acciones que incorpora el programa son las siguientes:

 

  1. Diseñar e implementar un programa preventivo de seguridad vial.
  2. Incorporar mejores prácticas internacionales para incrementar la seguridad vial.
  3. Implementar las auditorías/inspecciones de seguridad vial en la Red Carretera Federal.
  4. Realizar campañas informativas para difundir entre la población los aspectos fundamentales de seguridad vial y crear progresivamente una cultura vial.

 

 

En línea con el Gobierno Federal, CAPUFE continúa e intensifica sus esfuerzos en materia de Seguridad Vial.  Asimismo, implementa un mayor número inspecciones a la infraestructura para identificar riesgos viales en la red carretera a su cargo. También se han diseñado iniciativas que buscan mitigar los impactos de error humano al conducir, además, se han desarrollado esfuerzos coordinados con otras dependencias para la realización de operativos de revisión de vehículos pesados.

 

Con estas acciones, CAPUFE busca consolidar y aumentar su liderazgo a nivel nacional e internacional en materia de Seguridad Vial durante el Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial.