Todavía no es 8 de marzo, pero ya se empiezan a escuchar por ahí, algunas frases en las cuales se felicita a las mujeres por eso precisamente, por el hecho de ser mujeres. Sin embargo, es necesario hacer mención que este día no es un día para celebrar ni festejar, sino para conmemorar.

En este caso la memoria histórica nos ayudará a comprender el porqué de este hecho.

El día Internacional de la mujer trabajadora, tiene sus orígenes en 1910, ya que fue en esta fecha cuando se decidió honrar y recordar a las mujeres trabajadoras que perdieron la vida en un incendio en una fábrica de Nueva York, esto es un momento devastador en la lucha de los movimientos en pro de los derechos laborales de las mujeres, ya que en esos tiempos, las mujeres no gozaban de jornadas laborales adecuadas que les permitieran cuidar de sus familias, por lo cual una de las peticiones principales que se hacía, era precisamente la reducción de las jornadas laborales especialmente para las mujeres que estuvieran en periodo de lactancia y tuvieran que amamantar a sus hijos recién nacidos. La flexibilidad de horarios y muchos derechos de los que hoy gozamos, devienen justamente de la larga e incansable lucha de las mujeres por la igualdad de oportunidades.

Por esta razón, este día no es para felicitarnos por tener la facultad de ser madres, ni por ser lindas, tiernas o comprensivas. Este día es para recordar el arduo camino que se ha recorrido a lo largo de la historia para que podamos gozar de todos los derechos que hoy tenemos, y de igual forma es un día para esforzarnos más en fomentar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

¡Honremos la vida de estas valientes y trabajadoras mujeres, viviendo con dignidad y valor! No frivolicemos el 8 marzo y hagamos conciencia y reflexión del papel histórico de la mujer en la sociedad y demos todos, el lugar y el respeto que merecen.