La familia cucurbitácea, es quizá una de las más grandes que podemos encontrar en el género de los vegetales, de acuerdo con especialistas, se calcula que existen alrededor de 130 géneros y algo así como 800 especies que se producen en diversas áreas cálidas del mundo. Dentro de éstas, se incluye una especie de enorme importancia económica y gastronómica, como es la Cucurbita pepo L.

Considerada originaria de Mesoamérica y del Sur de los EE.UU., la calabacita –como generalmente la conocemos y la pedimos en los mercados– se usa ya sea en tierna o madura para una amplia variedad de platillos, al mismo tiempo que sus flores, forman parte de las tradicionales quesadillas.

Su valor nutricional es para el asombro, ya que presenta alto contenido en vitaminas (A, B2, C y E), beta-caroteno, flavonoides, aminoácidos y minerales, en especial potasio. Gracias a estos nutrientes se le atribuyen propiedades que van desde las antiinflamatorias, antivirales, como analgésico, antidiabético y antioxidante.

En nuestro país, el cultivo de calabacita tiene una singular importancia, por el papel que representa en la culinaria del país desde tiempos prehispánicos, pero, también, por los servicios ecosistémicos que ofrecía al antiguo sistema de producción agrícola llamada Milpa.

En la actualidad se cultiva en 30 entidades del país –es decir, en casi todo– se considera que al año cada mexicano consume 1.1 kg; en tanto que el volumen que se genera, representa 3.4% de la producción nacional de hortalizas.

/cms/uploads/image/file/868371/CALABACITA_2-100.jpg

En el año agrícola de 2022, los productores dedicados a este cultivo, destinaron 26 mil hectáreas para su producción.

En los últimos diez años (de 2013 a 2022) la producción promedio en México fue de 570 mil toneladas. Desafortunadamente, en 2022, la producción registrada fue de 552 mil toneladas, indicando que fue 2.2% menor a lo observado en el año anterior y 3.2% menos al promedio de los últimos 10 años.

Las entidades del país, líderes en este cultivo son: Sonora con una producción de 144,781 toneladas, Puebla con 76,235 toneladas, Sinaloa con 66,921 toneladas, Michoacán con 42,993 toneladas e Hidalgo con 35,692 toneladas. Es importante enfatizar, que, en conjunto concentran dos terceras partes de la producción anual.

De igual forma, su cultivo a lo largo del país permitió generar un valor de 3,444 millones de pesos.

La disponibilidad de calabacita fresca en nuestro país es constante durante todo el año, gracias a su explotación tanto en otoño-invierno, como en primavera-verano. Es necesario tener en cuenta, que la cuarta parte de las cosechas se obtienen en Sonora.

En el ámbito internacional –de entre 120 países– México se ubica en el lugar 7° del ranking mundial en la producción de calabacita, siendo China el líder en este ramo.

En cuanto a comercio exterior, los volúmenes enviados al mercado internacional, le permitió al país obtener ingresos por 211 millones de pesos. El destino principal de la calabacita mexicana sigue siendo EE. UU.

Como dicen los clásicos, si hay un ingrediente muy presente en la gastronomía nacional, aunque rara vez es el protagonista, son sin lugar a dudas: las calabacitas. Por eso es que podemos hacer una larga lista de platillos en la que esta hortaliza está presente, comencemos: las tradicionales calabacitas a la mexicana, calabacitas con carne de cerdo, crema de calabaza, calabacitas rellenas –de lo que gusten-, tacos de calabacita y lasaña vegetariana, entre otras.

Sugiérenos algunas otras, que no dudamos serás exquisitas. Un gran ¡bravo! a las calabacitas, que se lo merecen

/cms/uploads/image/file/868372/CALABACITA_3-100.jpg