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Las lesiones por accidentes, aunque no lo creas representan un porcentaje de muertes muy alto a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud, mueren al año 3.16 millones de personas por esta causa.

Estas lesiones pueden ser causadas por caídas, ahogamientos, asfixia, quemaduras y envenenamientos e intoxicaciones, además claro de los accidentes de tránsito los cuales representan un número mayor de muertes y lesiones en México.

Esto representa un grave problema de salud pública ya que además de ser una de las principales causas de muerte en nuestro país, las personas que sobreviven tienen consecuencias permanentes en su estado de salud. 

Desafortunadamente, la mayoría de estos accidentes afectan a adultos jóvenes, además un gran número de ellos afectan a personas que por sus características o situación son vulnerables (infancia, adolescencia y personas adultas mayores).

Estos accidentes pueden suceder en cualquier entorno: la escuela, el lugar de trabajo, áreas de servicios, calles, carreteras, entre otros, pero de forma particular, los accidentes ocurren en el hogar.

Para prevenir cualquier tipo de accidente y por consiguiente los daños a la salud que se generan es importante dejar a un lado pensamientos como que: “a nosotros no nos puede pasar”, “son casualidades”, “ocurren por la mala suerte” o “la culpa es de los demás que no se fijan”.

Los accidentes ocurren porque existe una exposición a un riesgo. Son el resultado de que haya condiciones inseguras o acciones inseguras y muchas veces se deben a que:

  • En ocasiones vemos o conocemos el riesgo, pero no lo corregimos

  • Desconocemos que hay un riesgo

  • Tenemos exceso de confianza

  • Estamos estresados, distraídos o tensos y esto puede disminuir la atención o fomentar acciones descuidadas

  • Tenemos una limitada conciencia personal y social de que nuestras acciones pueden causar accidentes y afectar a terceros.

Lo importante en un accidente es saber las causas, para poder eliminarlas y que no vuelva a suceder.

Recuerda, está en nuestras manos poder prevenirlos. 

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