De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), tener un bebé es un acontecimiento que puede suscitar preocupación, cansancio y tristeza. Normalmente estos sentimientos no duran mucho, pero si persisten pueden indicar que estás sufriendo depresión, conocida como depresión posparto, la cual va de moderada a intensa en una mujer después de que ha dado a luz y presentarse poco después del parto o hasta un año más tarde. La mayoría de las veces se manifiesta en los primeros tres meses después del parto.

Si muestras tristeza persistente, desinterés por las actividades que normalmente disfrutas, incapacidad para realizar tus actividades cotidianas durante al menos dos semanas, pérdida de energía, cambios en el apetito, necesidad de dormir más o menos de lo acostumbrado, ansiedad, disminución de la concentración, te sientes inútil o culpable, piensas en autolesionarte o suicidarte, te sientes agobiada o insegura de cuidar de ti o tu bebé, lloras constantemente sin razón aparente o no te sientes conectada con tu bebé, puedes estar sufriendo depresión posparto.

¿Sabes qué la causa?

El embarazo y el parto significan cambios hormonales que afectan el estado anímico de una mujer, pero también influyen otros factores como los cambios en el cuerpo a causa del embarazo y el parto, cambios en las relaciones laborales y sociales, tener menos tiempo y libertad para sí misma, falta de sueño o las dudas que te surgen sobre si serás una buena madre.

Pero hay algunos factores que te hacen más vulnerable a padecer este tipo de depresión, como:

•             Ser menor de 20 años.

•             Consumir alcohol, sustancias ilegales o fumar.

•             Haber tenido un embarazo no planeado o tener sentimientos contradictorios acerca de este.

•             Padecer depresión, trastorno bipolar o un trastorno de ansiedad antes del embarazo o en un embarazo anterior.

•             Haber vivido un hecho estresante durante el embarazo o el parto.

•             Antecedentes familiares de depresión o ansiedad.

•             Tener una mala relación con tu pareja o ser soltera.

•             Estar pasando por problemas financieros o de vivienda.

•             Tener poco apoyo de la familia, amistades, del cónyuge o pareja.

A continuación encontrarás algunas recomendaciones para superar esta depresión:

•             Pide a tu pareja, familia o amigos que te ayuden con las labores del hogar o con el bebé.

•             Expresa tus sentimientos.

•             No busques ser la madre perfecta.

•             Date tiempo para ti, tu familia o amistades.

•             Descansa lo más que puedas, aprovecha para dormir cuando tu bebé esté durmiendo.

•             Busca consejos en otras madres o únete a algún grupo de ayuda.

•             Sal al aire libre, dar un paseo con tu peque es saludable para ambos.

•             Busca ayuda con tu médico.

Si estos consejos no te sirven y presentas un grado más severo de depresión, quizá necesites ayuda profesional en salud mental, la cual estará basada en terapias de conversión, o bien, se te recetarán algunos medicamentos, los cuales deberán ser seguros para que puedas seguir amamantado a tu bebé. Este tratamiento puede durar meses o incluso años.

Es muy importante el apoyo que te brinden tu pareja, familia o amigos para evitar que caigas en depresión posparto. Y quienes en embarazos previos han padecido ya de depresión, deberán comenzar a tomar antidepresivos después del parto o tomar psicoterapia previa para prevenirla.

Disfruta de tu bebé recién nacido alejando de ti la depresión posparto.

 

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