El pasado 8 de septiembre se celebró el Día Internacional de la Alfabetización; por motivo de esta conmemoración la Organización de las Naciones Unidas hizo hincapié en la necesidad de reducir las desigualdades e inequidades que obstaculizan el acceso a la alfabetización de infancias, juventudes y personas adultas alrededor del mundo, pero, ¿qué es la alfabetización?, ¿por qué es tan importante para el desarrollo humano y social?

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la alfabetización se define como la capacidad de leer y escribir, identificar, entender, interpretar, crear, comunicarse y calcular, utilizando materiales impresos y escritos, así como la capacidad de resolver problemas (UNESCO, 2016). La alfabetización trasciende al solo hecho de saber leer y escribir, nos permite conocer, nombrar, interactuar y comunicarnos con nuestro mundo, desarrollar un pensamiento reflexivo, elementos que en su conjunto nutren la construcción de nuestra identidad y autonomía.

Alfabetización y personas mayores.

En México, el proceso de alfabetización se inicia en los primeros años de vida a través del acceso a la educación básica (preescolar, primaria y secundaria) y está ligado a los procesos de aprendizaje que permiten a las personas obtener las herramientas y habilidades iniciales para desarrollarse en la vida, participar activamente dentro de la sociedad, en sus comunidades y ejercer plenamente sus derechos humanos.

Si bien, la alfabetización se constituye como una pieza clave para el desarrollo humano y social, existen contextos de desigualdad y marginación que obstaculizan el acceso a la educación de grupos que han sido históricamente desfavorecidos, impidiendo que inicien o concluyan la educación básica, y, en consecuencia, que no cuenten con las herramientas y habilidades para su desarrollo, considerándolas personas analfabetas.[1]

De acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020, en México existen 4, 456, 431 personas analfabetas, de las cuales, 1, 693, 443 son personas mayores, predominando dentro de este grupo las mujeres y personas pertenecientes a pueblos originarios como las más afectadas por esta condición.

El analfabetismo en la vejez es el resultado de la falta de acceso a la educación durante las primeras etapas del desarrollo, debido a diversas desigualdades que atraviesan el curso de vida de las personas. Esta situación las coloca en una condición de desventaja social que puede impedir el desarrollo de habilidades y herramientas para ejercer derechos fundamentales, como son: el derecho al trabajo, a la salud, a la cultura y a la ciudadanía, por lo que el analfabetismo se ubica como un problema social que puede impactar diferentes esferas personales, limitar el acceso integral a los bienes y servicios diversos que la sociedad ofrece y perpetuar las estructuras de desigualdad que generan marginación y pobreza.

Aprendizaje a lo largo de toda la vida, esencial para que las personas mayores ejerzan su independencia y autonomía.

Es elemental garantizar entornos que permitan a las personas mayores acceder a planes y programas de alfabetización y de formación continua de acuerdo al principio de educación a lo largo de toda la vida, el cual se refiere a la integración del aprendizaje en la vida cotidiana y abarca actividades de aprendizaje para personas de todas las edades, en todos los contextos vitales (hogar, escuela, lugar de trabajo, comunidad, etc.) y en modalidades de enseñanza formal e informal, que juntas satisfacen una gran variedad de necesidades y demandas (UIL, 2014), permitiendo a las personas su plena participación en la sociedad y el mundo del trabajo durante todas las etapas de su vida. Garantizar la alfabetización y los procesos de aprendizaje continuos en la vejez, les permite a las personas mayores:

  • Adquirir habilidades básicas de educación, como la lectura, escritura y aritmética, las cuales facilitarán la conformación y el ejercicio de la independencia y autonomía en las distintas esferas de la vida.
  • Aprender y conocer cosas nuevas que nutren su desarrollo humano y amplían la comprensión y el entendimiento sobre diversas situaciones de la vida.
  • Adquirir saberes y conocimientos que les posibilita adaptarse y actualizarse profesionalmente para insertarse al mercado laboral y obtener mejores oportunidades.
  • Participar plenamente en las comunidades, en la vida social y en los procesos de participación ciudadana.
  • Fomentar las relaciones sociales e intergeneracionales al establecerse un intercambio de información y saberes con otras personas de diversas edades y en diversos contextos.

De esta manera, los procesos de aprendizaje formal e informal en la vejez les permiten a las personas mayores adquirir nuevos conocimientos o fortalecer los ya adquiridos, favoreciendo su independencia y autonomía. Estas herramientas les posibilita tomar control sobre su vida y de sus propias decisiones, por ejemplo: administrar sus finanzas personales y bienes, gestionar procedimientos institucionales y jurídicos sin mediación, manejar sus documentos personales, acceder y recibir información sobre temas de interés, etcétera.

Por lo anterior, es fundamental:

  • Generar campañas de alfabetización para personas mayores en todo el país, especialmente en los lugares donde existe mayor marginación y pobreza.
  • Generar modelos educativos para personas mayores con un enfoque de derechos y perspectiva de género.
  • Generar programas de capacitación que incluyan cursos, talleres y pláticas para personas mayores, sobre temáticas que respondan a sus necesidades e intereses.
  • Que las comunidades generen propuestas de enseñanza para las personas mayores, bajo los principios de inclusión, diversidad, reciprocidad e intergeneracionalidad.
  • Fomentar espacios de aprendizaje dentro de las familias, en los que todos y todas contribuyan con las herramientas y conocimientos necesarios para el aprendizaje de las personas mayores.
  • Incluir las tecnologías de la información y comunicación dentro de los procesos de aprendizaje para las personas mayores, este elemento es esencial para lograr su plena inclusión dentro de las sociedades de la información y conocimiento.

En la actualidad, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) realiza campañas de alfabetización en toda la República Mexicana, además de contar con diversos cursos en línea y materiales de apoyo para las personas mayores que estén interesadas en iniciar el proceso de alfabetización. En el siguiente enlace podrá encontrar más información: https://www.gob.mx/inea .

Recordemos que conquistar el aprendizaje a lo largo de toda la vida es una pieza clave para que las personas de todas las edades consoliden su desarrollo humano y logren ejercer plenamente sus derechos humanos.

Bibliografía.

  1. Derecho a la Educación. (S/F). El aprendizaje y la educación de adultos. Derecho a la Educación. Disponible en: https://www.right-to-education.org/es/issue-page/th-mes/el-aprendizaje-y-la-educaci-n-de-adultos
  2. Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. (p.p. 26). Siglo XXI.
  3. INEGI. (2020). Analfabetismo. Censo de Población y Vivienda 2020. Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Disponible en: http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/analfabeta.aspx?tema=P
  4. Moctezuma, D & Narro, J. (2012). Analfabetismo en México: una deuda social. Revista Internacional de Estadística y Geografía. Disponible en: https://rde.inegi.org.mx/index.php/2012/09/15/analfabetismo-en-mexico-una-deuda-social/
  5. ONU. (2021).  Alfabetización y reducción de la brecha digital. Organización de las Naciones Unidas. Disponible en: https://www.un.org/es/observances/literacy-day#
  6. UIL-UNESCO. (2015). Recomendación sobre el aprendizaje y la educación de adultos. Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de toda la Vida. Disponible en: https://uil.unesco.org/es/educacion-adultos/recomendacion/recomendacion-sobre-aprendizaje-y-educacion-adultos-unesco-2015
  7. UIL-UNESCO. (2017). Las Competencias en lectoescritura y aritmética desde una perspectiva del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de toda la Vida. Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000247094_spa

[1] El INEGI define como analfabeta a la persona de 15 años o más que no sabe leer ni escribir un recado (INEGI, 2020).