Sor Juana Inés de la Cruz nació en San Miguel Nepantla, hoy Estado de México y murió en la Ciudad de México,  a consecuencia de una epidemia de peste, mientras cuidaba a sus hermanas de la orden.

Joven brillante, culta y admirada, su poesía ingeniosa, elocuente y expresiva, la convirtió en la personalidad más destacada de las letras novohispanas del siglo XVII. En 1665 entró a la Corte al servicio de la virreina, Leonor Carreto, Marquesa de Mancera, y fue objeto de asombro y veneración por su inteligencia, memoria y discreción.

En 1667 decidió ingresar al convento de San José de las carmelitas descalzas para poder dedicarse al estudio. Más tarde, abandonó este convento por enfermedad y, en 1669, ingresó de forma definitiva al convento de San Jerónimo de la Ciudad de México, donde permanecería el resto de su vida.

Sor Juana reunió una valiosísima biblioteca que llegó a contar con alrededor de 4 mil volúmenes y adquirió conocimientos de las más diversas disciplinas: teología, astronomía, pintura, lenguas, filosofía y música.

Fuente: Banxico