Hoy tuve la alegría de reunirme con el cuerpo diplomático de nuestro país, con los embajadores y cónsules, quienes tienen la elevada responsabilidad de representar a México en el exterior.
Les expresé que México estará abierto al mundo y a las experiencias de éxito de otros países. Vamos a hacer que la Política Exterior, contribuya al desarrollo interior de México.
Pero también lograremos que México tenga un liderazgo mundial y regional, proporcional a su peso económico, demográfico y cultural; que sea un referente para otras naciones y un promotor de los mejores valores del Hombre.
Es un momento que nos demandará arduo trabajo y dedicación. Para el cuerpo diplomático, será una espléndida oportunidad de servir a su país.
Su misión será defender, promover y enriquecer la agenda del Gobierno de la República. Pedí a los embajadores y cónsules de México que hicieran suya esta misión; trabajen por ella y contribuyan al bienestar de los mexicanos.
Ésta es la hora de México y ésta es la hora de la diplomacia mexicana.