Cuando escuchamos la palabra conservar pensamos solamente en acciones de cuidado de los recursos naturales para asegurar que no desaparezcan, por lo general, solo se asocia con actividades de protección, rara vez con proyectos productivos.

Desde el 2003, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) implementó en México una política pública que busca conservar de manera activa los bosques, selvas, zonas áridas y manglares del país a través de incentivos económicos a la población propietaria de terrenos forestales, con el objetivo de que realicen buenas prácticas de manejo.

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El programa denominado Pago por Servicios Ambientales (PSA) promueve acciones integrales  para la conservación de los ecosistemas forestales, el fortalecimiento del capital social y el desarrollo económico sustentable, mediante la ejecución de actividades productivas amigables con el medio ambiente, como el ecoturismo, la apicultura, las ecotecnias y los viveros comunitarios, entre otras actividades, las cuales procuran en el mediano y largo plazo la generación de los servicios ambientales necesarios para el bienestar de la sociedad y favorecen la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.

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Con el PSA se benefician actualmente 3 mil 221 proyectos, de los cuales 92% corresponden a ejidos y comunidades, y el 8% a pequeños propietarios dueños de terrenos forestales con el compromiso voluntario con la conservación y manejo sustentable de 2.3 millones de hectáreas.

Este programa cuenta con tres esquemas de apoyo: i) PSA, ii) Mecanismos Locales de PSA a través de Fondos Concurrentes (MLPSA-FC) y iii) Fondo Patrimonial de Biodiversidad (FPB); cada uno tiene sus propias características en cuanto a fuentes de financiamiento, áreas de atención y temporalidad que permiten la participación de diversos actores a través de diferentes formas de colaboración y financiamiento que tienen el objetivo de vincular a las personas usuarias con las proveedoras de servicios ambientales.

Gracias a lo anterior, se amplía la efectividad que tiene este instrumento para incentivar la conservación activa y el manejo sustentable de los ecosistemas forestales, bajo una visión de cuencas hidrológicas, corredores biológicos, paisajes con áreas conservadas y productivas, así como la  focalización de apoyos en ecosistemas con altos valores ambientales y con presión económica a la deforestación.

 

 

  1. Esquema Pago por Servicios Ambientales (PSA)

Apoya a las personas dueñas de los terrenos forestales que tienen ecosistemas en buen estado de conservación ubicados en zonas con altos valores ambientales (áreas elegibles). Los montos de pago se calculan con base en el tipo de vegetación y al índice de presión económica a la deforestación.

 

El apoyo económico se otorga por cinco años y está condicionado al cumplimiento de los compromisos adquiridos por las personas beneficiarias, quienes deben reinvertir mínimo el 50% del recurso asignado en actividades de conservación, protección, manejo, organización, gobernanza y proyectos productivos amigables con el medio ambiente.

 

Caso exitoso del PSA Nacional: Ejido Cañón de los Encinos y San Antonio Necúa, municipio de Ensenada, Baja California

Se ubica en la parte media de la cuenca hidrológica del  Valle de Guadalupe, región vitivinícola con clima y paisaje tipo mediterráneo con una alta demanda de agua y un acuífero sobreexplotado.

El área forestal beneficiada con el PSA corresponde a un ecosistema de matorral xerófilo o semi desierto, que forma parte del territorio indígena de la etnia kumiai nativa de Baja California, cuya cosmovisión integra elementos naturales del medio ambiente.

Con el apoyo del PSA se impulsó el desarrollo del Centro Ecoturístico Kumiai “Siñaw Kuatay”, proyecto liderado por mujeres indígenas, a través del cual han logrado crear alternativas económicas, promover la conservación y uso sustentable de la biodiversidad e impulsar la valoración de su patrimonio biocultural. Gracias a la ejecución de sus buenas prácticas, esta comunidad genera empleos, fortalece sus cadenas productivas, aprovecha sustentablemente las plantas nativas,  impulsa la participación y liderazgo de mujeres indígenas y difunde la cultura indígena y tradiciones ancestrales de la etnia kumiai a los visitantes y turistas.

 

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ii) Mecanismos Locales de Pago por Servicios Ambientales a través de Fondos Concurrentes (MLPSA-FC)

Son acuerdos de colaboración entre la Conafor y actores públicos o privados que se formalizan a través de un convenio con una vigencia de dos hasta cinco años, con el objetivo de sumar recursos económicos y formar alianzas estratégicas para el pago por servicios ambientales a las personas propietarias de terrenos forestales.

 

Las áreas se seleccionan principalmente con una visión de cuenca hidrológica, corredor biológico o en función al interés de conservación de cada socio o parte interesada. El fondo concurrente se integra con una aportación de la Conafor que representa máximo el 50% del total, la cual se potencializa con las aportaciones de los socios o partes interesadas, cuyo monto propuesto a convenir no está limitado.

 

Caso exitoso de MLPSA-FC: Convenio colaboración con el municipio de Chihuahua y la CONAFOR

A partir de 2019, con la firma de un convenio de colaboración con una vigencia de tres años y su posterior refrendo en 2022, se ha apoyado con recursos económicos a cinco núcleos agrarios ubicados en la zona identificada con mayor potencial de recarga del acuífero El Sauz – Encinillas, para realizar acciones de protección, conservación y restauración con la integración y equipamiento de brigadas de protección y vigilancia forestal; la construcción de presas filtrantes de mampostería, gavión y piedra acomodada, cabeceo de cárcavas; el mantenimiento de caminos y talleres de educación ambiental, mismas que detonan beneficios sociales como la generación de empleos y el fortalecimiento de conocimientos y habilidades en materia forestal y ambiental.

Este caso cuenta con las siguientes fortalezas y logros:

 

• Las obras y actividades que se realizan en las áreas apoyadas por PSA, se sustentan en el instrumento de planeación que considera un estudio técnico de las cuencas hidrológicas de la región (El Sauz – Encinillas y Chihuahua – Sacramento).

• El gobierno municipal cuenta con el “Fideicomiso para el cuidado del agua de Chihuahua” que brinda soporte y transparencia a los recursos económicos que aporta.

• De acuerdo a la Agenda Hídrica Municipal 2019-2021, se estima una recuperación de 638,719,263 litros de agua equivalentes al 0.93% del déficit actual en el acuífero Chihuahua-Sacramento y 288, 470,000 litros equivalentes al 0.49% del déficit actual en el acuífero El Sauz – Encinillas.

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  1. Fondo Patrimonial de la Biodiversidad (FPB)

Este esquema de PSA es a largo plazo (+20 años) y se focaliza en áreas con altos valores de biodiversidad de importancia global. Promueve la conectividad entre ecosistemas a través de corredores biológicos, en un contexto regional para impulsar el manejo integrado del territorio y hacer sinergias con otros instrumentos de conservación y manejo para potenciar el impacto del PSA.

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A la fecha, se conservan 47 mil 395 hectáreas con el FPB que opera en tres áreas localizadas en los estados de Jalisco, Nayarit y Durango. Los incentivos económicos son otorgados mediante convenios de cinco años que son renovables con base en resultados y su fuente de financiamiento son los intereses del Fondo Forestal Mexicano, derivados de donativos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF por sus siglas en inglés) y aportaciones del Gobierno Federal.

Caso exitoso del FPB: Ejido El Jorullo y Anexos, Municipio Puerto Vallarta, Jalisco.

Este núcleo agrario se ubica en un sitio considerado de alta prioridad para la conservación de la biodiversidad, ya que forma parte del corredor biológico del jaguar.

A través del PSA se han beneficiado directamente 158 personas ejidatarias, quienes realizan actividades de conservación y manejo sustentable del ecosistema, como el mantenimiento de brecha cortafuego, monitoreo de plagas y enfermedades, conservación y mantenimiento de caminos, monitoreo comunitario de la biodiversidad a través de la protocolo BIOCOMUNI y equipamiento de brigadas de prevención y combate de incendios.

Adicionalmente, lo que ha contribuido al bienestar de las familias y ha generado empleos, es el  fortalecimiento de los proyectos ecoturísticos Canopy River y Jorullo Paradise que incluyeron la construcción de cabañas, restaurantes, senderos interpretativos, tirolesa, piletas y alberca, entre otros servicios y atractivos, con recursos del programa.

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Gracias al gran compromiso de las personas ejidatarias con la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad, se logró cumplir con las metas establecidas durante cinco años y se refrendó su apoyo de PSA para el periodo 2021-2025, plazo en el cual,  por acuerdo de asamblea, se comprometieron a reinvertir más del 50% del recurso asignado.

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El FPB se ha consolidado como un referente de política pública para la conservación y el uso sostenible de los ecosistemas y su biodiversidad, ya que conserva el hábitat de seis especies de felinos, registrados a través del monitoreo comunitario de la biodiversidad.