La familia juega un papel importante en el cuidado y aprovechamiento de sus recursos naturales, eso los saben bien los pobladores del Ejido Tzajala y Balhuitz, en Chiapas.
La buena organización comunitaria ha permitido que se restauren 406 hectáreas de su polígono ejidal, ya que muchas de las zonas del ejido presentan procesos de deterioro ambiental como erosión, pérdida de cobertura forestal, de biodiversidad, baja calidad del paisaje, originadas por el cambio de uso de suelo.
En todas las actividades se fomenta la integración familiar, sin distinción de género, lo que permite que mujeres y hombres de diferentes edades se apropien de su recurso forestal.
"Trabajamos como se acordó en las asambleas, para cumplir con lo que pedía la CONAFOR. Por lo que involucramos a la familia para hacer todos los trabajos en mi parcela", compartió Amado Jaime Gómez Hernández, agente municipal.
A través de la dirección agropecuaria de la presidencia municipal de Teopisca, se dio el primer acercamiento entre Ecos de la Tierra Proyectos Productivos y Medio Ambiente A.C, pobladores del ejido y el promotor de la CONAFOR de la zona.
En ese entonces se presentó, mediante asamblea ejidal, la convocatoria del proyectos especiales de conservación y restauración forestal PE Tabasco-Chiapas.
"Empezamos a trabajar cuando el municipio nos invitó a una reunión con CONAFOR, en esa reunión nos explicaron que CONAFOR nos apoya con plantas para reforestar. Esa razón la trajimos a la comunidad, convocamos a una reunión con la asamblea y explique lo que nos dijeron en el municipio en el 2014”
“La gente escuchó lo que trajimos de esa reunión y a la gente le gustó, porque nos dimos cuenta que la montaña los arboles ya se están acabando”, compartió Alejandro López Gómez, comisariado ejidal.
De 2014 a 2017 el ejido ha recibido apoyos por parte de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en Chiapas, con lo que ha logrado restaurar 366 hectáreas, con una sobrevivencia del 70%.
Con estos recursos asignados por la CONAFOR se han realizado acciones de Restauración Forestal con el objetivo principal de recuperar la cobertura forestal y los bienes y servicios que los bosques prestan como: la captación de agua, disminución de los procesos de erosión y el mantenimiento de la biodiversidad.
Algunas de las actividades de conservación de suelos que se han realizado son terrazas individuales, colectores en “V”, reforestación con especies nativas como: pinabeto (Pinus ayacahuite), ciprés (Cupressus lindleyii), pino michoacano (Pinus michoacana), ocote (Pinus oorcarpa) y pino oaxacano (Pinus oaxacana), protección de áreas reforestadas y apertura de brechas cortafuego.
En 2018, el ejido es beneficiado con 40 hectáreas más de reforestación y mantenimiento a 100 hectáreas ya establecidas en el ejercicio 2017.
La buena organización y el interés que ha tenido el ejido en el cuidado de su medio ambiente ha propiciado que se desarrollen varias actividades dentro de ella, en el 2015 el ejido reforestó 100 hectáreas como parte de una reforestación social.
En el 2017 se realizó dentro de una parcela ejidal, la edición de la Campaña “Un Nuevo Bosque 2017”
También el ejido participó activamente en la XX Semana Nacional de la Divulgación de la Cultura Forestal con actividades de reforestación social en áreas degradadas del ejido, presentación del documental planeta tierra de la BBC y un taller sobre Podas y aclareos en áreas reforestadas en el 2014.
Las comunidades locales y los pueblos indígenas de México son actores fundamentales para la conservación de la enorme riqueza cultural y natural de nuestro país.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, 39 por ciento de los bosques y 60 por ciento de las selvas se encuentran en regiones indígenas.
Su vocación
- El Ejido Tzajala y Balhuitz es una comunidad indígena de lengua Tzotzil del municipio de Teopisca, cuenta con una superficie de 1,249.91 hectáreas.
- Está conformada por 126 ejidatarios legalmente reconocidos y por una población de 700 habitantes.
- La vocación productiva del ejido es netamente forestal
- Se realizan actividades enfocadas a la producción de carbón provenientes de especies de roble o encino, en lengua tzotzil las llaman Tulán (Quercus rugosa) y Chiquinib (Quercus crispipilis).