El monitoreo de la cobertura forestal desempeña un papel crucial en el respaldo al diseño e implementación de políticas públicas en el sector forestal, así como en la toma de decisiones relacionadas con la conservación, protección, restauración y promoción del manejo sustentable de los ecosistemas forestales.

Uno de los datos más relevantes para la toma de decisiones es la estimación de la deforestación, ya que proporciona información sobre la dinámica de la cobertura forestal. Por esta razón, en México se han llevado a cabo diversos esfuerzos por parte de los tres niveles de gobierno, la academia y la comunidad científica para monitorearla utilizando diferentes métodos e insumos.

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La Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha utilizado los insumos cartográficos proporcionados por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) para monitorear la pérdida de superficie forestal en México. Con base en esta información, la Conafor ha elaborado varios informes, como la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (FRA) de la FAO, el Informe de Resultados del Inventario Nacional Forestal y de Suelos (INFyS) y el Nivel de Referencia de Emisiones Forestales (NREF) de México, presentado ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 2014.

Para mejorar el monitoreo de la cobertura terrestre, la Conafor desarrolló el Sistema Satelital de Monitoreo Forestal (SAMOF), el cual utiliza información de percepción remota para mejorar el monitoreo y análisis de la cobertura forestal de México.

El Sistema Satelital de Monitoreo Forestal (SAMOF)  se define como una serie de procesos y herramientas utilizadas para producir mapas e información sobre la cobertura forestal y sus cambios a lo largo del tiempo. A través de SAMOF, es posible obtener información sobre las tasas de deforestación, degradación, recuperación, reforestación, forestación y otras transiciones del uso de la tierra, así como generar información para la formulación de reportes sobre la mitigación al cambio climático en el sector forestal, en cumplimiento de los compromisos de reporte a nivel nacional e internacional.

El sistema incorpora dos enfoques metodológicos que se complementan mutuamente para evaluar las tasas de deforestación, degradación, recuperación, reforestación, forestación y otras transiciones del uso de la tierra.

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El primero de estos corresponde al enfoque de mapeo o espacialmente explícito,  también conocido como “pared a pared”; mediante este enfoque se elaboran mapas de la cobertura terrestre y de sus cambios en el tiempo de manera detallada y mayor precisión, mediante los cuales es posible evaluar con precisión y de manera espacialmente explícita el fenómeno de la deforestación así como las transiciones en el uso del suelo. Sin embargo, una desventaja de este sistema es que, como parte del proceso de producción semi automatizado es necesario implementar una etapa de post-procesamiento o revisión manual que requiere de importantes recursos humanos y financieros para la formulación de los mapas; por este motivo, a la fecha solo ha sido posible elaborar cartografía para los estados de Campeche, Chiapas, Jalisco, Quintana Roo y Yucatán.

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El segundo enfoque corresponde al método de muestreo sistemático o de proporciones, mediante el cual se estiman las superficies de deforestación, degradación y otras transiciones del uso del suelo a nivel nacional, estatal o regional mediante la evaluación de parcelas virtuales de muestreo, distribuidas de manera sistemática a lo largo y ancho del territorio nacional, que se realiza con el apoyo de imágenes de satélite de mediana, alta y muy alta resolución y el uso de la herramienta Collect Earth, desarrollada por la FAO.

La principal ventaja de este método es que es más rápido y económico, así como estadísticamente robusto, para estimar la deforestación en un periodo histórico amplio; adicionalmente, este enfoque permite estimar los valores de incertidumbre asociados a los cambios o permanencias de usos del suelo observados.

Con base en la información generada por el enfoque de muestreo también es posible analizar e identificar zonas críticas de deforestación, conocidas como “hotspots”, y actualizar las estimaciones de manera frecuente, ya sea anual o bienalmente, dependiendo de la disponibilidad de imágenes de satélite y de los recursos humanos que realizan su evaluación visual.

A diferencia del enfoque de mapas, los resultados del enfoque de muestreo no son espacialmente explícitos, por lo que los datos que se obtienen son cálculos son estadísticamente representativos del área en la cual se realiza el análisis.

Las limitaciones y las posibilidades de ambos métodos que incorpora el SAMOF son la razón por la cual ambos enfoques son complementarios en la encomienda de la CONAFOR de evaluar la dinámica de la cobertura forestal de México.