El ejido Nuevo Becal se encuentra enclavado en la selva, dentro del Corredor Biológico Mesoamericano, una zona internacional que contiene vegetación remanente única en nuestro país, pero los pobladores no lo sabían.

“Cuando no teníamos orientación muchos nos dedicábamos  a otras actividades, no nos importaba aprovechar la selva”, comenta Luis Armando Tamayo, presidente del Comisariado Ejidal.

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Esta zona une los bosques de Chiapas, Campeche, Oaxaca, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán; y se encuentra en el municipio de Calakmul, en Campeche. 

Y su riqueza es tal que está catalogada como área de alto valor de conservación para el zopilote rey, una especie en peligro de extinción en México, de acuerdo a la Normal oficial 059 de la SEMARNAT.

A través del programa de Pago por Servicios Ambientales de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) recibieron apoyos para la conservación de flora y fauna silvestre, rehabilitación de caminos forestales, establecimiento de un vivero comunitario, reforestación y prevención de incendios.
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En los primeros años el recurso fue destinado a mantenimiento y rehabilitación de 40 kilómetros de caminos forestales, producción de 79,492 plantas en el vivero comunitario, reforestación de 40 hectáreas, construcción de una torre de vigilancia y apertura de 24 kilómetros de brechas cortafuego.

Los recursos también fueron usados para obtener la certificación de buen manejo forestal FSC (Forest Stewardship Council).

“Con el paso del tiempo, nos hemos dado cuenta que estas acciones nos están beneficiando para la conservación de nuestros ecosistemas”, dijo el presidente.

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Uno de los compromisos del ejido para mantener la certificación del FSC es asignar un área  de conservación para el zopilote rey.

En este lugar realizan mantenimiento de senderos interpretativos y de caminos, así como monitoreo de fauna silvestre a través de cámaras trampa.

Para protección de la fauna de su selva también han instalado 70 nidos artificiales para la conservación  del tucán  (Aulacorhynchus prasinus).

 Con la instalación de cinco cámaras de fototrampeo han registrado especies como faisán, venado cola blanca, jaguar y puma.

A lo largo de estos años los ejidatarios de Nuevo Becal han adquirido un compromiso con el proyecto y con sus recursos naturales, por eso conservar el excelente estado ambiental en el que se encuentran es su trabajo y su modo de vida.

Con la  mejora de los caminos forestales para llegar a las áreas de aprovechamiento, hasta 2015 los accesos eran difíciles y les tomaba 90 minutos llegar ahí, ahora lo hacen en 20 minutos.

Construyeron una torre de vigilancia de 10 metros de altura y aunque nunca se ha registrado un incendio forestal en Nuevo Becal, la brigada se mantiene en constante vigilancia.
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El trabajo ha sido permanente y esto les ha beneficiado porque se generan empleos.