El Cambio Climático es el problema ambiental global más serio que enfrenta planeta durante el siglo XXI y afecta a través de diversos mecanismos a los determinantes más importantes de la salud, como son los alimentos, el aire y el agua, entre otros.

Logo COP21El calentamiento del planeta se presenta de manera gradual, pero la creciente frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas torrenciales, olas de calor, sequías e inundaciones, se manifestarán de manera abrupta y las consecuencias se percibirán de forma aguda. Las amenazas más inminentes y graves son las que se ciernen sobre los países en desarrollo, mismo que dificultaron alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio pactados en la Cumbre del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas celebrada en septiembre de 2000; a partir del 25 de septiembre del año 2015, los países tendrán la oportunidad de adoptar un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de la nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años, cada acción presenta una oportunidad sin precedentes para que los países y los ciudadanos del mundo emprendan un nuevo camino para mejorar las vidas de las personas en todas partes.

Por sus características geográficas, así como por su situación económica y social, México es altamente vulnerable a los efectos del Cambio Climático, representando un nuevo reto para las actuales iniciativas encaminadas a proteger la salud humana. Se estima que el 15% de su territorio, el 68.2% de su población y el 71% de su Producto Interno Bruto se encuentran altamente expuestos a los impactos del Cambio Climático.

En el futuro inmediato se esperan impactos directos e indirectos de mayor magnitud que se sumarán a los “determinantes de salud”, haciendo más compleja la actual situación sanitaria del país, en particular, la que se refiere a las enfermedades sensibles a patrones climáticos, sean estas endémicas, emergentes, re emergentes o nuevas, además, de aquellos efectos directos sobre la morbilidad y mortalidad de la población desencadenados a partir de eventos extremos que materializan la vulnerabilidad existente.

En general, el aumento en la frecuencia de dichos fenómenos, aunados a la degradación ambiental y transformación del territorio, contribuirán a intensificar las amenazas naturales, como deslizamientos, inundaciones, sequías, heladas, entre otros. Estos eventos modificarán las condiciones naturales que controlan los factores epidemiológicos y los vectores de propagación, impactarán sobre la cantidad y calidad de agua y alimentos a los que acceden las personas, provocarán alteraciones en la calidad del aire, y en general, inducirán cambios en los ecosistemas, todo lo cual tiene consecuencias sobre la salud humana.

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), resaltó en su reporte del año 2007 que los efectos en salud serán principalmente cargas adicionales en enfermedades diarreicas, desnutrición, enfermedades cardiorrespiratorias e infecciosas; aumentará la morbimortalidad producto de olas de calor, inundaciones y sequías, presentándose cambios en el comportamiento de enfermedades transmitidas por vectores. Estas repercusiones afectarán de forma desproporcionada a las poblaciones vulnerables, tales como los niños pequeños, los ancianos, los enfermos, los pobres y las poblaciones aisladas.

La vulnerabilidad también será mayor en zonas con enfermedades endémicas sensibles al clima, grave escasez de agua y escasa producción de alimentos; regiones montañosas, megalópolis y zonas costeras de países en desarrollo.

El Cambio Climático y sus afectaciones en la salud humana constituyen un enorme desafío para los científicos y los tomadores de decisiones. Para los primeros, el reto será cuantificar los impactos del clima sobre la salud debido a la gran cantidad de factores (sociales, tecnológicos, demográficos y ambientales) implicados para los estudios y los modelos computacionales. Para los tomadores de decisiones, el desafío principal consistirá en seleccionar –con fundamento técnico y científico– aquellas acciones que proporcionen los mayores beneficios y que minimicen los costos económicos actuales, los cuales pueden causar en sí mismos impactos negativos en la salud pública. Por ello, los sistemas de salud deben estar preparados e informados y crear la capacidad necesaria para gestionar los riesgos inducidos por el clima a fin de responder a esta creciente amenaza.

A continuación se muestra un diagrama de las diferentes variables, rutas de exposición y determinantes sociales que influyen en los impactos en la salud.

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