En 1854, el entonces presidente de la República, licenciado Benito Juárez García, promovió la importancia de formar profesionalmente a las personas conconocimientos del campo, con la finalidad de trabajar la tierra de manera eficiente y producir alimentos.

 Con ese motivo, se edificó la primera universidad en México dedicada al estudio de la agricultura: la Escuela Nacional de Agricultura, conocida hoy como Universidad Autónoma Chapingo (UACH), la fecha que conmemora dicho acontecimiento.

#ElCampoNoSeDetiene, y desde entonces,  mujeres y hombres se han preparado en el conocimiento del sector primario para administrar los recursos naturales, agrícolas, pecuarios, pesqueros o forestales,  desarrollar proyectos productivos  y aprovechar las herramientas teóricas y técnicas disponibles, que simplifiquen y optimicen los procesos y la sustentabilidad de la producción agroalimentaria.

El agrónomo es un amante de la naturaleza, un profesionista con una amplia visión para resolver los problemas que presentan los procesos productivos, para implementar herramientas de innovación tecnológica considerando la sustentabilidad en el manejo de los recursos naturales en vías de transformar continuamente los procesos agroecológicos de acuerdo con la disponibilidad de recursos económicos, tecnológicos y ambientales.

Uno de los objetivos del gobierno federal, establecido en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, ha sido generar políticas públicas orientadas a lograr la autosuficiencia alimentaria, tarea en la que participan, entre otros perfiles,  una gran cantidad de ingenieros agrónomos, desde distintos ámbitos a lo largo de todo el país. 

El compromiso de los agrónomos es fundamental para colaborar con las instituciones vinculadas al campo, en las acciones encaminadas a impulsar la productividad de la tierra y de las actividades económicas que se vinculan al sector primario.

Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), se estima que en México existen alrededor de 250 mil ingenieros agrónomos.

Esta noble profesión, coadyuva al aprovechamiento adecuado de los recursos naturales, que repercuten en la economía de las productoras, de los productores y de la nación, los ingenieros agrónomos merecen el reconocimiento de toda la población porque gracias a ellas y a ellos, las tareas que emanan de las actividades primarias se atienden con eficacia y sustentabilidad.