El Colegio Nacional de San Gregorio, es la institución en la que se establece la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria en 1853, en la Ciudad de México. Para 1857 pasa la escuela a formar parte de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, perdurando hasta 1914.
Entre los años 1916 y 1918 separan la Escuela de Agricultura de la Escuela Veterinaria, conformándose la Escuela Nacional de Agricultura (actual Universidad Chapingo), y se reanudan ahí los estudios, hasta que en 1939 se instituye la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, que alude también a la cría y mejora de especies económicamente valiosas.
La Escuela se trasladó de San Jacinto, Calzada México-Tacuba, a Ciudad Universitaria, y en 1969, el Consejo Universitario le otorgó a la escuela, la categoría de Facultad.
Los médicos veterinarios zootecnistas, tienen una amplia gama de acción: en la investigación, como académicos, técnicos de campo, asesores en la administración pública federal o como médicos particulares.
Entre algunas de sus capacidades, destacan: identificar, atender, controlar y prevenir las enfermedades de bovinos, porcinos, aves, ovinos, caprinos, conejos, abejas, equinos, e incluso animales de zoológico, y mascotas en los hogares de las familias.
Son responsables de mantener la salud animal y en consecuencia de la salud pública.
La influencia de la medicina veterinaria en la investigación y en el tema de la conservación de especies, que es el ámbito de estos profesionistas, aporta un gran valor al planeta, especialmente en estos tiempos, de excesos contra natura.
Los expertos en esta especialidad realizan actividades de monitoreo de especies, cría en cautiverio, rehabilitación, reintroducción en la vida silvestre y el seguimiento posterior de especies, que implica la evaluación de la adaptación de los ejemplares liberados en su nuevo hábitat.
La práctica profesional del médico veterinario no se limita al cuidado de mascotas, de hecho, una gran población de expertos, se desempeña en la ciencia con el fin de contribuir a la salud pública y a la inocuidad de los alimentos que forman parte de la alimentación de las familias.
Destaca en ese sentido, el meticuloso trabajo de la detección temprana de enfermedades e infecciones de origen animal, pues tienen en sus manos la responsabilidad de diseñar estrategias y campañas para impedir que enfermedades de los animales, como la rabia o brucelosis, sean transmitidas a los humanos, así como evitar la introducción de agentes patógenos en la cadena alimentaria.
Es evidente la invaluable tarea de los médicos veterinarios, al preservar la salud animal y la salud pública, ofreciendo garantía en la producción de alimentos sanos e inocuos.
La medicina veterinaria es además, fundamental en todos los procesos de conservación de las Áreas Naturales Protegidas en México.
Mediante este sencillo homenaje, la Secretaría de Agricultura reconoce y agradece a los Médicos Veterinarios del nuestro país, la labor tan importante que ejercen dentro de la sociedad, participando activa y directamente en el bienestar de la vida humana.
Te invitamos a leer el artículo que con motivo del Médico Veterinario Zootecnista, preparó la Oficina Central de la Secretaría de Agricultura en su página web oficial, en el que podrás conocer más información de la importancia de esta profesión.
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