La muerte, nuestra amiga cercana
El Día de Muertos en México es una celebración arraigada en la rica tradición cultural del país, que honra a los seres queridos que han partido. En el centro de esta festividad se encuentran las ofrendas, altares elaborados con gran esmero y cariño, estas ofrendas son auténticas obras de arte que trascienden el aspecto visual; son un reflejo de la profunda conexión que las y los mexicanos mantenemos con nuestros antepasados y su legado.
La muerte está presente en la cultura de México. Nuestros dichos son relativos a ella, pues sin la muerte no existiría el valiente mexicano diciendo “si me han de matar mañana, que me maten de una vez”; ni la heroína y el caudillo respetable, el que luchó por sus ideales.
En muchas ocasiones se piensa que el mexicano no sufre la muerte, sino que hasta la desea. Algunas películas, canciones, fotografías y libros hacen pensar en el mexicano como un pueblo adorador de la muerte, lo cual es una irreverente falacia. El mexicano le teme a la muerte: si no entonces, ¿por qué pactamos con ella?
La fiesta para los muertos es una forma de rendir culto a los antepasados, producto de dos tradiciones culturales: la hispana y la prehispánica. La mayor parte de los pueblos campesinos de México la festejan, ya que coincide con el fin del ciclo agrícola de muchos productos, entre ellos, el maíz de temporal y la calabaza. De esta forma los rituales agrarios permiten la regulación de los procesos sociales.
Días fríos, días cálidos
El día 2 de noviembre, además de ser una festividad agrícola, es una celebración relacionada con el culto a los antepasados, a los muertos. Es el tiempo en el que las almas de los parientes desaparecidos regresan a las casas a convivir con sus familiares vivos.
En la tradición popular mexicana el día 1 se dedica a los muertos chiquitos o niños fallecidos, y el día 2 a los adultos o muertos grandes.
Pero, ¿cuál es el significado detrás de estas ofrendas y qué elementos son esenciales?
Reflejando el alma mexicana
Las ofrendas de Día de Muertos son una manifestación de la creencia de que los muertos regresan a visitar a los vivos. Estos altares sirven como un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos, proporcionando un lugar acogedor para que las almas regresen y se reúnan con sus seres queridos. Es una celebración de la vida y una oportunidad para compartir recuerdos, amor y respeto hacia aquellos que ya no están con nosotros.
Elementos esenciales:
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La fotografía del ser querido: Una imagen del difunto es el punto central de la ofrenda, permitiendo su presencia espiritual.
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Agua: además de ser un elemento que simboliza pureza, mitiga la sed de las ánimas después de su largo recorrido.
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Las velas: La luz de las velas guía a las almas de regreso al mundo de los vivos.
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El copal y el incienso: Estos se utilizan para limpiar el lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.
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Flores de cempasúchil: Estas brillantes flores naranjas guían a los difuntos hacia el altar.
Su producción en 2022 fue de: +16 mil toneladas.
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Calaveritas de azúcar y calacas: Representaciones humorísticas de la muerte, que simbolizan la aceptación y la burla de la muerte.
En 2022 la producción nacional de caña de azúcar fue de +55,000,000 toneladas, siendo Veracruz su principal productor.
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Comida y bebida: Los platillos y bebidas favoritos del difunto se colocan en la ofrenda como un regalo para su espíritu.
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Pan de muerto: Adornado con huesos de azúcar y con aroma a naranja es una delicia tradicional de la festividad.
La producción nacional de naranja en 2022 fue: 4,854,373.26 toneladas.
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Papel picado: Decoraciones en formas de flores y calaveras, añade color y elegancia.
Detrás de las Calacas
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La UNESCO declaró el Día de Muertos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008, por su importancia y significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente al mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria.
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A pesar de la connotación de muerte, la festividad es alegre y festiva, celebrando la vida y la memoria de los seres queridos.
En el corazón de México la tradición, las ofrendas de Día de Muertos son un testimonio conmovedor de la riqueza cultural del país y nos recuerdan que la muerte no es el final, sino una continuación en el corazón y la memoria de quienes amamos.
En cada elemento de una ofrenda, se teje una historia de amor, respeto y la celebración de la vida. Este Día de Muertos, tomemos un momento para honrar y recordar a nuestros seres queridos a través de estas hermosas ofrendas.
Si quieres conocer más de las flores de cempasúchil, te compartimos el siguiente video: