Es la fecha que aprobó el Senado de la República en abril del año pasado, en virtud de que el cacao es uno de los productos representativos de la cultura mexicana.

Se le consideraba un alimento sagrado por su valor y versatilidad, formaba parte de los rituales religiosos como objeto de tributo a los Dioses, además, se aprovechaba como alimento, como moneda de intercambio en el antiguo sistema económico (trueque), y se le atribuyeron propiedades medicinales.

México es el precursor del cacao que se cultiva en el mundo, con una producción de aproximadamente 29 mil toneladas al año en manos de casi 40 mil productores, de los cuales, el 10 por ciento están distribuidos en todo el país y el 90 por ciento pertenecen a Tabasco

De acuerdo con cifras del año 2019, en el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), dicho Estado, contribuye con el 68 por ciento del volúmen de producción nacional con 18 mil 327 toneladas anuales, siendo el productor principal, seguido de Chiapas y Guerrero.

Según el SIAP, Tabasco también es el primer exportador a Europa de este producto, que adquirió la denominación de origen del cacao Grijalva.

En Yucatán, la empresa chocolatera "Ki Xocolatl", de la que es propietario un empresario belga radicado en la entidad desde hace 18 años, se logran 200 toneladas anuales del cacao criollo más fino de México, en una plantación próxima a Uxmal.

La revista internacional “National Geographic Traveler” realizó una investigación entre diversas chocolaterías y tiendas especializadas en chocolates finos, para generar una selección de las mejores marcas del mundo,  y en junio del año 2018, concedió a esta empresa en Yucatán, la distinción del segundo lugar en la lista de los mejores chocolates artesanales del mundo, describiendo a "Ki Xocolatl" como productor del “chocolate artesanal de alta finura con sabor de cacao criollo en cuya elaboración se utilizan productos tradicionales de la región maya, sin conservadores”.

De acuerdo con la revista, la chocolatera yucateca "Ki Xocolatl", supera en calidad y sabor a importantes firmas de chocolates finos de Canadá, Hungría y Luxemburgo, el primer lugar lo obtuvo la casa inglesa Paul Joung, con una tradición que data de 1836

En palabras del empresario, “es un orgullo que México, conocido mundialmente por ser la cuna del cacao, figure en la lista, y que Yucatán sea un referente, aunque no ocupe un sitio como principal productor del país… Estamos cultivando cacao en tierras donde nunca se pensó que fuera posible, y no lo hizo un chocolatero belga, lo hicieron posible las personas que trabajaron la tierra, la cultivaron y cosecharon los frutos, es un trabajo de todos, un producto que Yucatán aporta al mundo”.