Los esfuerzos del gobierno de México por aumentar el salario mínimo y la capacidad adquisitiva del pueblo se ven mermados por los niveles de inflación mundial que aquejan a nuestra región latinoamericana. En la búsqueda de ciertas medidas que permitan controlar el impacto de la inflación en nuestro país, el gobierno de México convocó a los máximos representantes de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Honduras, Venezuela y San Vicente y las Granadinas para la construcción de la Alianza de Países de América Latina y el Caribe Contra la Inflación. La reunión entre jefes de Estado, primeros ministros y representantes de estos países se dio virtualmente y desde el inicio el presidente Andrés Manuel López Obrador estableció su principal objetivo: Acordar intercambios en lo económico y en lo comercial prescindiendo de medidas regulatorias como aranceles en el que cada país tenga algo que ofrecer a los consumidores con el fin de hacer llegar alimentos y productos básicos con miras a mejorar el precio de los alimentos y enfrentar así la inflación y carestía para ayudar a la economía popular de nuestros países. 

Se tiene pensado realizar una reunión presencial en nuestro país que incluya a gobiernos, empresarios industriales, cadenas comerciales, etc. sin hacer a un lado los acuerdos comerciales y compromisos ya establecidos en otras organizaciones regionales. En ese sentido, se tiene contemplado invitar próximamente también a los miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que en su Cumbre más reciente acordó planes de trabajo en temas relacionados con la inflación como sistemas alimentarios, conocimientos y prácticas tradicionales, seguridad alimentaria, nutricional y erradicación del hambre. La proliferación de estos acuerdos y alianzas regionales ha sido posible gracias a los cambios en la correlación de fuerzas que ha experimentado en tiempos recientes América Latina con la llegada al gobierno de líderes que encabezan un proyecto nacional popular en favor de las mayorías. El esfuerzo que está haciendo la actual administración por reconstruir las relaciones con los países latinoamericanos tras el alejamiento que padeció México durante el neoliberalismo de los problemas al sur de nuestra frontera se expresa en el constante diálogo tanto formal como informal que busca poner el interés común de la región por encima de cualquier interés particular o privado. 

En el caso de la relación bilateral con los Estados Unidos, en las últimas semanas, las declaraciones de ciertos legisladores del partido republicano, que han amenazado con proponer una iniciativa de ley que ordene la intervención de las fuerzas armadas estadounidenses en nuestro territorio en caso de que el gobierno de México no combata a los narcotraficantes del fentanilo como ellos lo proponen, han hecho que el presidente Andrés Manuel López Obrador desmienta dichas afirmaciones sobre el papel central de México en el tráfico de fentanilo. El presidente reiteró, en su conferencia matutina del 4 de abril de 2023, que México ni creó el problema ni es productor de fentanilo, que sólo el 30% del fentanilo que llega a los Estados Unidos proviene de México y que el 86% de los presos por el fentanilo en Estados Unidos son estadounidenses. México no es la causa de que exista un problema grave por el fentanilo en Estados Unidos, en cambio, este último si tiene cierta responsabilidad de la llegada de armas a nuestro país al ser éstas legales en algunos estados de la unión. A pesar de la aparente tensión que se generó por el tema del fentanilo en la relación bilateral, el presidente reafirmó la convicción de nuestro país por cooperar en el combate al tráfico de fentanilo -siendo México uno de los actores internacionales más activos en el mismo-. Sin embargo, fue contundente al mencionar que no permitirá la prepotencia y hará respetar la soberanía de México en temas de seguridad.