Por quienes están aquí presentes, mujeres y hombres, todos con una representación hacia la sociedad, de la sociedad.
Y por eso, agradezco la invitación a asistir a nombre y en representación del Presidente Enrique Peña Nieto.
Saludo en primer lugar a los presidentes de la Cámara de Diputados, de Senadores
Por supuesto al Gobernador del Banco de México.
Saludo a las y los integrantes de esta Asamblea.
Por supuesto al nuevo Director General del INFONAVIT.
A mis compañeros del Gabinete y, particularmente, a la Secretaria Rosario Robles.
A los representantes de las organizaciones y confederaciones sindicales.
A los presidentes de las cámaras empresariales.
Saludo muy en especial a los exdirectores del INFONAVIT, a don Jesús Silva, al senador Emilio Gamboa, a don Alfredo del Mazo, al ingeniero Gonzalo Martínez Corbalá, a Óscar Joffre Velázquez y a Víctor Manuel Borras Setién. 
A todas y a todos ustedes es un gusto saludarles.
A las senadoras, senadores, diputadas y diputados federales. Muy en lo particular a la presidenta de la Comisión de Vivienda y a la presidenta de la Comisión de Vivienda, también de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores.
A los medios de comunicación.
Por supuesto al arquitecto Rafael Riva Palacio; a Manuel Herrera, saludarle con afecto. 
Al ingeniero Enrique Solana Sentíes y al saludarlo, saludo a todo el sector empresarial.
Y a don Carlos Aceves del Olmo, y también al hacerlo, saludo a todo el sector obrero.
El desarrollo pleno de un país exige apostar decididamente por el bienestar social.
Multiplicando las oportunidades para que los individuos puedan crecer y realizarse en un entorno de igualdad y de libertad. 
Ampliando el acceso a derechos básicos, como la salud, la educación y la vivienda, para propiciar una mayor prosperidad en las comunidades. 
Generando condiciones de estabilidad y certeza jurídica, que ayuden a incentivar la inversión e incrementar las fuentes de ocupación y empleo.  
Y, desde luego, eliminando inercias y barreras para que la Nación en su conjunto, detone su máximo potencial en un marco de inclusión.
Se trata de construir, entre todos, gobierno, trabajadores e iniciativa privada, un país más justo y equitativo en el terreno social.
Porque ahí está el cimiento indispensable de un México de mayor desarrollo en cada una de sus localidades y regiones.
Y porque no importa si estamos en el Norte, el Centro o el Sur, cuando se siembra bienestar, siempre, siempre habremos de cosechar una mejor convivencia y mayor prosperidad, tanto para las personas como para los hogares y las empresas.
De ahí la importancia de instituciones como el INFONAVIT, que desde hace más de 40 años, ha marcado la diferencia en la vida de millones de familias mexicanas, al brindarles la posibilidad de adquirir un espacio y techo propios.
Muestra de ello es que desde su fundación y hasta nuestros días –como aquí se ha mencionado-, una de cada cuatro viviendas en nuestro país, han sido financiadas por esta institución. 
Ello refleja el compromiso del Estado mexicano por asumir a cabalidad, su responsabilidad de atender las necesidades sociales. 
Y de hacerlo a través de instituciones sólidas, como lo es el INFONAVIT, que mantengan firmes sus principios y que mantengan firmes sus valores, pero que sepan adaptarse a las nuevas realidades
Instituciones que, como el INFONAVIT, se modernicen y estén siempre a la vanguardia para servir con eficacia a sus derechohabientes. 
Por ello, aprovecho esta oportunidad para reconocer a cada uno de los integrantes del Instituto porque, sin duda, realizan una gran labor a favor de sus afiliados. 
Saludo a los que están en la parte posterior de este salón y saludo a los que están en cada una de las 32 entidades del país.
Y también para felicitar al nuevo Director General, a mí amigo David Penchyna, con la certeza de que su visión, capacidad de liderazgo y experiencia probada, fortalecerán la importante función del Instituto. 
Auguro en tu gestión el mayor de los éxitos y sé que habrás de refrendar la confianza del Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto, entregando buenos resultados que permitan seguir materializando y promoviendo el derecho a una vivienda digna. Muchas felicidades, David.
Porque se trata de un derecho que es indispensable para elevar el bienestar del país.
Un derecho fundamental para que las familias gocen de mayor certidumbre en el presente y puedan heredar un patrimonio en el futuro. 
Pues una vivienda es sinónimo de unión y factor esencial para realizar a plenitud un proyecto de vida.
Un techo propio es producto del esfuerzo y trabajo constante de muchos, muchas mexicanas; es un objetivo que al lograrse, genera enorme satisfacción y gran felicidad para cualquier individuo y para sus familias.
E insisto, es un elemento clave para que cualquier persona pueda, como se debe, vivir con dignidad.
Se trata, en suma, una de las demandas sociales más sentidas, que al cumplirse, transforma completamente y para bien, el rostro, el entorno y la realidad cotidiana de quienes habitan, de quienes habitamos nuestro país.
De ahí que el Gobierno de la República implemente una Política Nacional de Vivienda, que atiende las necesidades de cobertura, pero también, también muy importante, de calidad.
Respaldando a los mexicanos no sólo para adquirir o construir, sino también para remodelar, mejorar o ampliar el patrimonio que tienen para ellos, o que habrán de dejarles a sus hijos, a sus nietos, a su familia.   
Porque lo fundamental no son las cifras, sino la calidad de vida de las personas. 
Y porque una vivienda es mucho más que cuatro paredes; es ante todo, el espacio donde se construye el tejido familiar.
De ahí que fortalecer esta política pública se fortalece también el avance y consolidación de un México más incluyente, próspero y en armonía.
Y ese es precisamente el objetivo de las transformaciones que el Presidente ha impulsado durante los últimos tres años:
Generar las condiciones para que todas y todos los mexicanos puedan acceder a más oportunidades y a un mayor bienestar.
Para ello se han vencido inercias y se han concretado cambios de fondo.
Con la mirada puesta en el largo plazo, pero actuando aquí y ahora. Con la mirada siempre viendo por las y los mexicanos.
Sumando esfuerzos entre poderes, órdenes de gobierno y, por supuesto, siempre con la sociedad.
El objetivo es que todas y todos los mexicanos pueden ejercer plenamente sus derechos.
Traduciendo las leyes en nuevas realidades que sean tangibles para la población.
Ampliando los canales de participación ciudadana e incluyendo a la sociedad civil en la toma de decisiones.
Y sentando las bases para que cada persona pueda realizar su propio proyecto de vida, con plena libertad y, sobre todo, en igualdad de condiciones. 
Se trata, en suma, de lograr que los derechos políticos, sociales, económicos y culturales sean ejercidos, sin excepción y sin más límite que la ley,  por todos los habitantes de nuestro país.
Esa es la función primordial del Estado mexicano, y para ello trabajamos todos los días en el Gobierno de la República.
La política de vivienda ha sido y es uno de los pilares esenciales en el cumplimiento de la responsabilidad social que tiene el Estado mexicano. 
Hoy, el Presidente de la República refrenda su firme compromiso con el derecho a la vivienda digna.
Porque es ahí, en el seno del hogar, donde se forman las y los ciudadanos.
Porque es ahí, donde la política pública se traduce en comunidad, cohesión y solidaridad.
En más personas que pueden realizarse a plenitud y contribuir al avance del país. 
Sigamos apostando, todas, todos, absolutamente todos, por las instituciones, por instituciones como el INFONAVIT, que hacen realidad la construcción de hogares no sólo para habitar, sino para vivir y crecer.
Para forjar, juntos, un presente de certeza y un futuro de mayor prosperidad. 
Discurso