Licenciado Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas;

Doctora Beatriz Gutiérrez Müller, Esposa del Señor Presidente;

Diputado Santiago Creel Miranda, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados;

Senador Alejandro Armenta Mier, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República;

Ministro Arturo Saldívar, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;

Almirante José Rafael Ojeda Durán, Secretario de Marina;

Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México;

Distinguidos integrantes del presídium y funcionarios de las Dependencias de la Administración Pública Federal;

Agregados de Defensa y Policiales acreditados en nuestro país;

Funcionarios de las Secretarías de la Defensa Nacional y de Marina;

Integrantes de la Guardia Nacional;

Compañeros de armas del Ejército, Fuerza Aérea, y Armada de México;

Representantes de los medios de comunicación;

A todos muy buenos días.

“…Allí fue… la mañana; era de oro, septiembre estaba en flor… ¡y ellos morían!...”.

Amado Nervo

Un día como hoy pero del año de 1847, este majestuoso e histórico castillo de Chapultepec fue testigo de un acto sublime de jóvenes mexicanos, quienes ofrendaron su posesión más valiosa: su vida, por defender el honor nacional, ante la injusta y desigual invasión extranjera, heredando al pueblo de México ejemplo de lealtad, valentía, entrega y amor a la patria.

Es un alto privilegio encontrarnos reunidos en este emblemático cerro de Chapultepec; sitio histórico lleno de simbolismos para nuestro país, que desde la época prehispánica contaba ya, con un significado sagrado para las antiguas culturas del valle de México; además fue residencia de gobernantes hasta principios del siglo XX; sus manantiales durante casi cuatro siglos abastecieron de agua a esta ciudad capital y hoy permanece imperturbable, como testigo mudo del acto de honor y lealtad que hoy celebramos.

Este Altar a la Patria, es el testimonio fiel de la gran proeza de jóvenes mexicanos que con abnegación y determinación defendieron su Colegio, sus principios y su Nación; el supremo sacrificio de seis de ellos, es el cimiento sobre el que se construye la más noble tradición de honor y lealtad que distingue a los egresados del Heroico Colegio Militar; y que, además, permanece en el ideario colectivo de los mexicanos como una epopeya inigualable de lealtad a la nación.

El plan del enemigo invasor contemplaba tres ejes de esfuerzo y tenía como objetivo final ocupar el corazón estratégico del país; las tropas mexicanas enfrentaron una serie de combates principalmente sobre la ruta de Veracruz hacia la capital, destacando las heroicas batallas de Cerro Gordo, Padierna, Churubusco y Molino del Rey.

Estos combates, fueron el preámbulo de la gesta heroica que hoy conmemoramos; en todos ellos, muchos jóvenes mexicanos que aspiraban también a ser el futuro de México, perecieron en los campos de batalla donde demostraron bravura y gallardía en su intento por detener al invasor.

No fue diferente en este Castillo de Chapultepec, lugar donde se encontraba el Colegio Militar, el cual albergaba a jóvenes militares que aceptaron su destino en la historia de nuestro país.

Por ello, es conveniente precisar en este contexto histórico, que así como las águilas eligen las cumbres para anidar y cuidar a su descendencia de depredadores, de igual manera, el cerro de Chapultepec protegía a los aguiluchos, hijos del Colegio Militar; jóvenes cadetes que con su preparación castrense, representaban la mejor garantía de la patria para contar con un Ejército profesional y que súbitamente se encontraron en aquel entonces, ante la decisión más difícil que puede enfrentar un militar, morir con dignidad o vivir en la deshonra.

De ahí que, hoy día, el Estado mexicano tiene como propósito fundamental cuidar y proteger a la juventud mexicana, como el baluarte primordial para alcanzar los objetivos nacionales, a través de la implementación de políticas públicas que fomenten su crecimiento y preparación profesional; ya que ellos representan el futuro promisorio para que México alcance el desarrollo y bienestar.

Esta importante responsabilidad es el precepto que debe normar la actuación de todas las instituciones de la república para garantizar y ofrecer las mejores oportunidades en el ámbito educativo, laboral, social, cultural y de seguridad para el pleno crecimiento personal y profesional de la juventud mexicana; ¡esa es la tarea que la patria nos ha asignado!.

En consecuencia, la Secretaría de la Defensa Nacional consciente de la importancia de este principio fundamental; cuenta con el Sistema Educativo Militar y los planteles que conforman la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, además, de la opción laboral que representa el ingreso a los diversos organismos de las Fuerzas Armadas de tierra y aire y de la Guardia Nacional en todo el territorio nacional.

Con ambas posibilidades se brinda de forma permanente a la juventud mexicana, una plataforma de crecimiento personal y profesional, donde se fortalecen los valores adquiridos en el seno familiar por medio de la disciplina; y se desarrollan aptitudes, habilidades y destrezas, para formar a ciudadanos comprometidos con su país.

La principal fortaleza del Sistema Educativo Militar es su infraestructura educativa, que se conforma de 51 centros de estudios superiores, de formación, perfeccionamiento, capacitación y actualización; todo este andamiaje educativo, constituye una gran oportunidad para que los jóvenes de todo el país accedan con las mismas posibilidades a una educación de excelencia, que fomenta una amplia conciencia de servicio, amor a la patria, superación profesional y responsabilidad social.

Estos principios son transmitidos de generación en generación en todos los planteles de educación militar entre los que resalta el Heroico Colegio Militar, histórico plantel que el próximo año cumplirá doscientos años de ser el alma mater de jóvenes que buscan en las Fuerzas Armadas servir a la patria.

Por ello, este heroico plantel; así como, el Colegio del Aire y la Escuela Militar de Sargentos, desde el año 2019 pusieron a disposición de la Guardia Nacional sus instalaciones, para que esta institución de seguridad del máximo nivel, profesionalice a sus cuadros de mando en la delicada tarea de planear y conducir la Estrategia Nacional de Seguridad Pública que responda a las exigencias que actualmente la nación demanda.

Cabe resaltar que, en los planteles militares, se imparte una educación con igualdad de género; con más de 2,900 mujeres que actualmente cursan su carrera profesional en este Sistema Educativo, de las cuales 463 pertenecen a la Guardia Nacional; institución de seguridad pública que en sus filas integra a más de 18,500 mujeres que coadyuvan diariamente a garantizar la seguridad de la sociedad mexicana.

Además, quiero enfatizar la reciente apertura e inclusión en el pasado ciclo lectivo de mujeres a las armas de combate de Infantería, Caballería y Arma Blindada en el Heroico Colegio Militar; quienes tendrán la noble tarea de conducir a los hombres y mujeres de estas unidades, ya que el próximo año esta institución tiene contemplado iniciar con el reclutamiento en todo el territorio nacional de jóvenes mexicanas que deseen servir a la patria como soldados del arma.

En este contexto, reconozco la valiosa aportación que hacen las mujeres mexicanas y principalmente las mujeres militares y de la Guardia Nacional, quienes con su valor, virtudes, sensibilidad, honor, arrojo, valentía, abnegación y vocación de servicio fortalecen a las instituciones garantes de la seguridad de la sociedad mexicana.

En resumen, las Fuerzas Armadas y ahora también la Guardia Nacional, comparten los mismos valores axiológicos, cada uno con su formación profesional enfocada a la defensa de la nación y a la seguridad pública, respectivamente; estas instituciones se constituyen hoy, como depositarias de la confianza del pueblo de México; su reconocimiento, nos dignifica y distingue; por ello, les reiteramos que siempre actuaremos con apego a la legalidad en cada uno de nuestros actos para garantizar su protección y defensa ante amenazas que atenten contra su integridad, seguridad y bienestar.

Con orgullo y satisfacción vemos una oportunidad de servir a México al compartir nuestras experiencias, infraestructura, conocimientos en beneficio de la Guardia Nacional; asimilados y adquiridos a lo largo de ciento noventa y nueve años de la creación del Heroico Colegio Militar.

La historia y los principios de los que portamos el uniforme de la Patria, nos motivan e inspiran para cumplir cabal y fielmente los mandatos de la Constitución, que son el reflejo de las aspiraciones nacionales; que quede claro, solo atendemos a los intereses que dicta el pueblo de México; lo hemos demostrado durante más de 100 años el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos; por ello, las mujeres y hombres que integramos estas Fuerzas, siempre nos hemos mantenido respetuosos del gobierno y de las instituciones legalmente constituidas.

Amable auditorio:

El ejemplo de honor, lealtad y unidad nacional que homenajeamos este día, debe ser el factor fundamental que como brújula oriente el sendero de cada uno de los mexicanos en las ciudades, el campo, las escuelas y en todos los ámbitos de la vida cotidiana, para contribuir a alcanzar los objetivos nacionales y el desarrollo de México. Esa es la conciencia patriótica que debe normar la conducta de todos los mexicanos.

La gesta heroica nos brinda dos lecciones que debemos aquilatar; la primera es que el sacrificio valeroso motivado por el amor a la patria de los niños héroes, quienes ofrendaron su vida por salvarla, sirvió de ejemplo para que se replicara ese acto heroico en pasajes importantes de nuestra historia para que México llegara a ser la gran nación que es hoy. La segunda es que la desunión de los mexicanos generada por la diferencia de intereses nacionales solo allanaron el camino a amenazas externas que afectaron y pueden afectar nuestra soberanía.

Quienes integramos las instituciones tenemos el compromiso de velar por la unión nacional y debemos discernir de aquellos que con comentarios tendenciosos, generados por sus intereses y ambiciones personales antes que los nacionales, pretenden apartar a las Fuerzas Armadas de la confianza y respeto que deposita la ciudadanía en las mujeres y hombres que tienen la delicada tarea de servir a su país.

La mayor satisfacción para todo integrante del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, es cumplir con la misión que se le encomienda, su actuación tiene como sustento permanente la legalidad y el respeto a los derechos humanos; lo hacemos sin protagonismos, con el único interés superior de servir a la nación y al pueblo de México. 

La patria requiere de una sociedad unida, en donde los sectores político, económico, social y militar que la integran, actúen sumando esfuerzos y voluntades para coadyuvar hacia el objetivo común que es México. Todos debemos contribuir día a día con nuestros actos a construir la nación que deseamos heredar a nuestros hijos; somos corresponsables del país que tenemos y al que aspiramos.

Por lo anterior, me dirijo a los padres de familia de la sociedad mexicana para que coadyuven a encausar y generar las condiciones para crear conciencia de la importancia que representa la educación en los jóvenes y niños.

De esta forma, extiendo una invitación a la juventud mexicana para que acepten su papel trascendental en la historia de nuestro país y aprovechen la infraestructura educativa que el Gobierno de la República ofrece a través de la Secretaría de Educación Pública; además, que consideren como una opción para su desarrollo profesional la diversidad de oportunidades que ofrecen los planteles que integran el Sistema Educativo Militar.

Señor Presidente:

Los riesgos y amenazas que actualmente enfrenta nuestro país son de naturaleza diferente a la de aquella ante la que sucumbieron los Niños Héroes; sin embargo, tienen la constante de atentar contra el futuro de nuestra nación; el enemigo ahora se encuentra en aquello que busca amedrentar y destruir a los jóvenes, como lo es, la delincuencia, las drogas y sus vicios; esto es, lo que debemos contrarrestar, sociedad e instituciones unidos como lo hemos hecho ante las adversidades; para garantizar la seguridad de la juventud mexicana.

Los que integramos el Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Guardia Nacional reafirmamos ante el pueblo de México nuestra lealtad y compromiso institucional de proteger a la patria, respetar la Constitución, las facultades y atribuciones conferidas a cada dependencia y coadyuvar en el cumplimiento de los objetivos nacionales, siendo congruentes con el legado de honor, sacrificio y unidad nacional demostrados en la Gesta Heroica por los Niños Héroes de Chapultepec.

Juventud militar, ustedes son el baluarte fundamental para la construcción de una nación democrática e incluyente; tienen el deber de emular el ejemplo, la conducta y la actitud de los héroes que forjaron la nación de la que hoy gozamos, sus figuras serán eternamente símbolos de la dignidad de las personas, a quienes honramos hoy y siempre por el sacrificio sublime que realizaron por el honor de México.

 

¡Muchas gracias!