1. La tristeza es una reacción que se genera ante una situación dolorosa o una pérdida significativa. Regularmente cuando estamos tristes nos sentimos con poca motivación y energía.
  2. Permitirnos sentir tristeza nos da la oportunidad de darnos un tiempo para asimilar y procesar algo que nos pasó y nos provocó dolor y dar paso a reestablecernos.
  3. Mientras experimentamos tristeza, tal vez nos tomamos un tiempo para estar a solas, estamos más callados, más pensativos, más ensimismados, pero es necesario para poder afrontar la situación y seguir adelante.
  4. También es muy probable que acudamos a los seres queridos, amigos o compañero por apoyo, cariño y comprensión, y aunque podemos estar tristes, esto no nos impide disfrutar de hacer las cosas que nos gustan y nos interesan.
  5. Cuando la tristeza se convierte en depresión, significa que la intensidad de la emoción aumenta y no nos permite llevar a cabo nuestras actividades cotidianas como estudiar o trabajar, perdemos el interés en cosas que antes nos gustaban, cuesta trabajo salir de la cama, nos aislamos, incluso podemos perder el apetito, o comemos de más, no dormimos o dormimos muchas horas.
  6. El desgano y la apatía se intensifican también y el futuro se percibe mucho más negativo y sin esperanza.
  7. Si tú o alguien que conoces está pasando por un periodo de tristeza y consideras que se está intensificando, recuerda que siempre puedes consultar con un profesional de la salud mental. Llama a la Línea de la vida
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