En la noche del 28 de marzo de 1982 un suceso extraordinario alteró la vida de los zoques: la erupción del volcán Chichón, guardián de las Montañas del Norte. El volcán desató su furia y afectó sobre todo al municipio de Francisco León. Más de 20 mil personas sufrieron por la erupción que los zoques habían pronosticado a través de sus sueños. La erupción colocó frente a frente a dos mundos culturales: el de los zoques y el de los caxlanes (mestizos). Esta confrontación de dos mundos develó las características particulares de cada uno y dejó al descubierto sus formas sociales y culturales.

Erupción del volcán Chichón en Chiapas.

Exhibió también a los medios masivos de comunicación de nuestro país ante las culturas indígenas. Las primeras noticias no atinaban a ubicar dónde estaba el volcán Chichón y menos a informar quiénes eran los zoques. A un locutor televisivo se le ocurrió que Chichón era una “mala palabra”, con un sonido que hería la susceptibilidad de los televidentes, por lo que decidió cambiar el nombre del volcán a Chichonal. Con ello, pensó, “suavizaba” el apelativo incómodo. Pero lo más importante de este suceso, además de que cambió la vida de los zoques, es la revelación de cómo funciona la cosmovisión de los zoques actuales. En efecto, estos advirtieron que la Pyogba Chu’we, la señora que arde, la dama que “recuerda el olvido” —según dicen los zoques— había anunciado, con su presencia en los poblados de las Montañas del Norte, la erupción del
volcán.
Pero entre las autoridades de la época no hubo quién diera crédito a la versión de los zoques. El volcán explotó y la historia de los zoques dio un vuelco.

Erupción del volcán Chichón en Chiapas.

La erupción del Chichón provocó la salida de los zoques que vivían en el radio territorial afectado. La selva fue uno de sus destinos. Muchos murieron a causa de la furia del volcán, al tratar de salvar a su santos, a sus símbolos de identidad, o resistiéndose a perder la tierra de los ancestros. Otros grupos de zoques emigraron a Veracruz y aun al estado de Jalisco. Al paso de los años, aquellos zoques crearon raíces en sus nuevos lugares de asentamiento. Forman parte de una amplia comunidad de habla que congrega el idioma zoque. En la actualidad, un grupo cada más numeroso de jóvenes creadores zoques, profesionistas e intelectuales, ha revertido la tragedia y propone, desde nuevas perspectivas, la revitalización de esta cultura milenaria. El mismo municipio de Francisco León ha sido rehabilitado y ahí crecen de nuevo las plantas del añejo complejo agrícola mesoamericano: el maíz, el frijol, el chile y la calabaza.

En un aniversario más de la erupción, compartimos el libro de Laureano Reyes Gómez "Los zoques del volcán", que ahora podrás descargar en formato electrónico. Debe hacerse notar la pulcritud en el trabajo de campo y la excelente etnografía; el libro permite al lector captar los contextos de los relatos e introducirse en ellos. No es un aspecto menor. Sólo quien escribe desde una perspectiva solidaria con la cultura analizada, lo logra. Laureano Reyes lo hizo, y nos ofrece un texto de magnífica factura, que constituye un aporte a la antropología de México.

Los zoques del volcán.

Descargar el libro "Los zoques del volcán" en formato PDF.