Investigación: Alvaro Roberto Noguéz Díaz

Desde tiempos prehispánicos las comunidades de Guerrero específicamente Zitlala y Acatlán se congregan en las montañas cercanas a sus pueblos para hacer un ritual de petición de lluvias o Atzatziliztli comunal. Aquí se llevan a cabo las peleas de tigres, entre más peleas mayor es el sacrificio que se ofrece a los Dioses del agua o la lluvia. Lo anterior, según la evidencia antropológica, guarda una relación directa entre la frecuencia y densidad de las lluvias. La abundancia que genera las lluvias en la tierra nuevamente se ofrenda a la cruz, a la mujer, a la tierra y a la reproducción. El pasado se encuentra con el presente en este ritual que unifica y perpetua a los pueblos nahuas de Guerrero.

El ritual tiene una relación con el espacio y el tiempo, en otras palabras, se lleva a cabo en periodos o ciclos y en lugares peculiares. Lo que les permite entablar una conexión con su cosmovisión además de los otros elementos que constituyen un acto sociocultural de esta índole. Los cronistas de los siglos XVI y XVII como Fray Bernardino de Sahagún hablaban de estas peleas pero intercambiando el nombre del animal por el del tigre. El tigre era el felino de gran tamaño con el que los europeos estaban más familiarizado. El jaguar es el animal propio de la región que representaba para nuestras culturas la majestuosidad, la fuerza, la valentía, etc. Aquí la llamaremos pelea de jaguares.

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La pelea de jaguares forma parte de un ciclo de rituales de petición de lluvia y a su vez, este ciclo forma parte de otro mayor a nivel regional. La serie de ceremonias celebradas en honor a la Santa Cruz que se realizan cada año en comunidades guerrerenses los días 2 y 3 de mayo. A su vez, este ritual forma parte de otros rituales también de petición de lluvias pero en otras localidades cercanas. Estos rituales se consideran como la actividad ceremonial necesaria para garantizar una próspera producción agrícola. La observación de estas prácticas culturales permite aproximarnos a la construcción nahua de su mundo. Las antropólogas C. Good (2001) y J. Broda (2001) han hecho un trabajo etnográfico en el que basaremos este artículo.

La serie de preparativos de la ceremonia de la Santa Cruz dan inicio aproximadamente el 20 de abril y terminan el 3 de mayo. Todo comienza con una peregrinación al cerro del Ameyaltepec donde se realizan las ceremonias, se depositan las ofrendas y se realizan algunos sacrificios de animales. Estamos parados en el terreno de las creencias, un complejo universo simbólico que entrelaza pensamiento, cultura y sociedad (inclusive, economía y política). Según V. Turner un símbolo es la unidad más pequeña que compone un ritual, para nuestro caso, el ritual de la pelea de jaguares se entrelaza con un universo de símbolos de un ritual que los contiene y de los que forma parte, la ceremonia de la Santa Cruz.

La cosmovisión para J. Broda (2001) es la visión ordenada en la cual los antiguos mesoamericanos combinan de manera coherente sus nociones sobre el medio ambiente en que vivían y sobre el cosmos en el que se situaban; se explicaban su mundo. Un ritual implica una amplia participación social y una práctica cultural específica; en él se refleja la cosmovisión y las creencias. 

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Para J. Broda, en el mundo prehispánico el culto agrícola se encuentra en íntima relación con las manifestaciones de la naturaleza-, en torno a los ciclos de cultivo de maíz y otras plantas, el clima, las estaciones, las lluvias, el viento, las fuentes, los cerros, las cuevas, etc. Postula que las condiciones tanto geográficas como medioambientales son las que han permitido la conservación de elementos simbólicos desde tiempos prehispánicos. Por lo tanto, los cultos del agua y de la fertilidad tienen vigencia y arraigo en el pueblo nahua hasta nuestros días.

Yalo tepetl, la ida al cerro

El día de la Santa cruz que se celebra en Ameyaltepec una comunidad cercana al Rio Balsas y al norte de Guerrero se inicia con una peregrinación hacia el cerro con la ofrenda preparada desde finales de abril. En la tarde del primero de mayo la gente del pueblo sube hacia el cerro de San Juan. Los ritos celebrados en el cerro son de gran importancia. En la cima se congregan alrededor de un altar hecho de piedras. Se instalan ahí con los hijos pequeños, los animales de carga, y se preparan para pasar la noche.

Ahí, se elevan cuatro cruces adornadas con collares de flores,  listones de satín de diversos colores y vestidas con una especie de delantales de encajes, tlaquenti. En el altar además de tener arcos de flores de cempasúchil, se colocan la ofrendas de comida con, mole verde, semilla de calabaza con guajolote, tamales, pan, chocolate, jarras con agua, sal, semillas de maíz. Bajo la guía de una mujer casada y mayor, varias mujeres dan vueltas a la ofrenda, cantan y bailan durante la noche. El rezandero del pueblo es el encargado de dirigir los rezos en la ofrenda

. …Santísima cruz del cerro aquí donde nace el agua, donde nace la lluvia, madre santísima…cruz santísima…de dios te rogamos…venimos todos tus hijos desde lejos… se escucha el rezo de uno.

Los cerros, las cuevas, los peñascos, las barrancas y los pozos se consideran espacios sagrados porque allí residen los aires: los ahacatl, es decir ehecatl, que son seres sobrenaturales asociados con los vientos de los cuatro rumbos. Broda menciona que su finalidad es propiciar los aires del este, para atraer la buena lluvia, mientras que procuran prevenir contar los aires negros del norte, que taren granizo, heladas y lluvia en exceso que son malos para las cosechas. Mientras se quema el copal delante de las cruces, la banda de música toca y los rezanderos entonan himnos sagrados. Esa misma noche los tigres, jóvenes disfrazados con trajes amarillos y máscaras de jaguares hacen su aparición por las calles del pueblo.

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Al amanecer del 2 de mayo la gente se congrega en la ofrenda para levantarla y se intercambia la comida entre los asistentes. Se enciende más copal como en la noche para dejarlo encendido y abandonar el lugar. Ese mismo día en Acatlán y Zitlala, simultáneamente con las otras ceremonias, se desarrolla la pelea de jaguares. En Zitlala, la pelea tiene lugar en el lecho del rio desde la mañana hasta el mediodía. Los peleadores son los que también son encargados del campo, de la siembra y sus productos. Estas comunidades consideran a la sangre como análoga a la lluvia, es un símbolo potente de la fertilidad, y si los seres humanos derraman su sangre para la deidad del jaguar, esperan que él en reciprocidad derrame la suya en forma de lluvia para regar la siembra del maíz.

En Acatlán, la pelea tiene lugar al mediodía del 3 de mayo pero en la cumbre del cerro azul, a tres horas de distancia. Con una danza previa y con música de tambora de fondo, se comienza el preámbulo de la lucha. “Una gota de sangre por una gota de lluvia” menciona un participante de la celebración. Al finalizar acuden al pozo principal del pueblo a compartir una comida mientras los niños juegan imitando la pelea de jaguares. El entramado simbólico que se expresa en estas prácticas culturales da cuenta de un universo de significaciones propias de la cultura nahua. Los elementos que participan solo son significados a través de la interacción que se da entre estos y las personas que los ponen en relación con el universo. Las peleas de tigres que se desarrollan en la fiesta de la Santa Cruz establecen un vínculo importante con el culto prehispánico de la lluvia, los cerros, las cuevas y la tierra. El acto de que llegue a derramarse sangre de los contendientes refuerza el simbolismo de la fertilidad agrícola.

Que la bendita milpa se dé… bendita cosecha de maíz… canta un adulto mayor de la comunidad.

El ritual mexica o la fiesta del Huey tozoztli en honor a la diosa Chicomecoatl (era la diosa de los mantenimientos cuya morada original se encontraba en el Tlalocan) se celebra a finales de abril, un rito de petición de lluvias para una buena cosecha.  También se adornaban altares con ofrendas de alimentos. También se realizaban procesiones hacia los cerros, comidas compartidas, se adornaban las cruces, se asociaban a los ciclos agrícolas.

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De acuerdo con la cosmovisión prehispánica, se pensaba que los cerros eran lugares en donde se resguardaba el agua de lluvia, para ser liberada por los tlaloque, dioses de la lluvia al inicio de la estación de lluvias. Los cerros, se creía que estaban huecos en su interior, eran imaginados como enormes trojes que contenían toda clase de riquezas y plantas alimenticias como el maíz. Estos ciclos anuales soportan la cosmovisión de la cultura nahua. 

… pues aquí nosotros venimos a la ofrenda, a ofrendar porque queremos el buen temporal eso es, ora si pues… nuestra fe pues, están las cruces, está San Marcos y por eso hacemos eso a ofrendar para que llueva y tengamos más cosecha pues para el año… esto era desde que yo era chiquita… es un sacrifique hacemos por nuestra fe… ora sí que no te van a dar las cosas así nomás…tienes que caminar… a pedir… por eso venimos aquí al cerro, yo soy la mayordoma de la cruz y mi hijo es mayordomo de la ofrenda…

Universo de significación de la pelea de jaguares

La pelea de jaguares forma parte de una serie de rituales a un nivel simbólico regional local. Los elementos de significación que entran en juego son el lugar, la representación y su finalidad. Estos son, el cerro, la cruz, el jaguar, la batalla y la petición de lluvia. Es un hecho que no puede existir una línea recta temporal entre la práctica prehispánica y la práctica indígena actual, el filtro de la conquista tuvo un impacto importante que deformaba la realidad misma.

Esto es para que haya un buen temporal, buenas cosechas, buenas lluvias… invocamos a los vientos, allá arriba, donde se hace la pelea…menciona un peleador de Acatlán.

La cruz se hace con palos, al enclavarlas en la tierra implica la conexión entre inframundo, tierra y universo o cosmos. En el lugar donde se va a fijar la cruz se derrama sangre de animal. La sangre en los antiguos nahuas, la simbolizan como un líquido vital, precioso y creador de ahí el vínculo a nivel cosmológico con el universo. Este elemento resulta en la creencia sobre el nivel de fertilidad de la tierra. Además de una invocación a las nubes que generan la lluvia. La sangre que se derrama durante la pelea de jaguares tiene la misma función y el mismo significado. Este líquido elemental para poner en marcha el movimiento del cosmos; movimiento creador.

Sí, yo soy peleador, soy capitán y en esta ocasión estoy encargado para el 3 de mayo…la máscara hay que usarla en ayunas y no es bueno compartirla con alguien más porque te puede pasar algo malo…yo miraba a los viejos como hacían esta costumbre…Antes hacían su máscara adentro de la cueva… en la cueva prendían una velita y ofrendaban flores ahí se vestían y también se ofrendaba el atuendo y la máscara de tigre y luego se salían vestidos para la fiesta…

Siguiendo a J. Broda (2001), el jaguar es un símbolo poderoso que se asocia a la tierra, las cuevas, la selva tropical, la oscuridad de la noche, el cielo estrellado. En esta cosmovisión la sangre se equiparaba a la lluvia y el rugido del jaguar se asociaba con el trueno. Los relámpagos y truenos que son escenificados con los golpes y/o azotes durante la pelea de jaguares hacen el llamado del agua, de la lluvia. De manera que representar al jaguar tiene el propósito de conjurar el trueno y por ende la lluvia. En Olinalá otra comunidad en Guerrero, comentan sus habitantes que al iniciarse y finalizar la temporada de lluvias escuchan un rugido en el pozo de la comunidad. El rugido de los pozos evocación de lluvias se intercala en el mismo complejo simbólico que halla su significante en la noche, la lluvia, el trueno. 

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Y. González (2001) comenta que en la figura del jaguar se sintetiza lo más significativo de la naturaleza en la cosmovisión nahua pasada y presente. El ocelotl presenta características que eran asociadas a la realeza entre ellos, el príncipe y señor de los animales que decían los cronistas que tenía hábitos aristocráticos ya que no bebía aguas sucias y hediondas. Sus componentes morfológicos fueron aplicados a las deidades y personajes a los que se consideraba con rasgos como: fuerza, realeza, valor, poder sobrenatural, oscuridad, etc. Inclusive, existen estudios arqueológicos que suponen una comunicación entre animales y seres humanos en la figura del chamán. A su vez, su simbolización de la naturaleza descansa en el trueno, el sol, la luna, las cavernas, las montañas, el fuego, por solo mencionar algunos.

El trueno en la mitología nahua es un tema central, se encuentra asociado al espíritu jaguar, el concepto de fecundidad y con el chamanismo. Siguiendo con Y. González (2001) menciona que este lazo espiritual o la identificación del ser humano con el jaguar otorga una capacidad para cruzar las fronteras entre los ámbitos humano y animal, para obtener el poder espiritual total. El vínculo del jaguar con las dinastías (en forma de linaje) en algunos casos como progenitor mítico, en otros como alter ego, y en todos como dador de poder místico a sus descendientes o a los humanos con los que se establece el vínculo como la legitimidad de gobierno, así como la creencia de adquirir mayores poderes o que los hacía más fuertes o a través de sus poderes sobrehumanos.

…la máscara es una cosa que tiene que tenerle mucho respeto porque sin ella tú no eres nada porque aquí lo que uno se enfoca es en la máscara para pedirle que te ayude que no te deje solo…la hago de a cachitos llevo un mes…empiezo en marzo, abril…llevan pelo de jabalí… a mí me enseñó mi cuñado…él era el tigre mayor de San Francisco…

Cuando se llevan a cabo las peleas de tigres que simulan al trueno y al relámpago, entre más peleas mayor el sacrifico, ya que guardan una relación proporcional con la frecuencia y densidad de las lluvias. Los relámpagos y truenos que son escenificados con los golpes y/o azotes durante la pelea de tigres hacen el llamado del agua, de la lluvia. La abundancia que genera las lluvias en la tierra nuevamente se ofrenda a la cruz, a la mujer, a la tierra y a la reproducción. El pasado se encuentra con el presente en este ritual que unifica y perpetua a los pueblos nahuas de Guerrero. Este ritual tiene una relación con el espacio y el tiempo, en otras palabras, se lleva a cabo en periodos o ciclos y en lugares peculiares lo que les permite entablar una conexión con su cosmovisión además de los otros elementos que constituyen un acto sociocultural de esta naturaleza

…Las peleas se llevan a cabo en ayunas sino dicen que pesan las manos…comenta un miembro de la comunidad adulto mayor…Antes peleaban todos juntos a la vez, con cualquiera que se encontraban grande o pequeño pero que te vestiste, entonces te aguantabas…ahora escogen uno por uno, los viejos dicen que es una vergüenza…mi cuñado me decía, cuando pelees pegale en los brazos para que le restes fuerza sino cuando te pegue te dara muy duro…es una petición para que baje la lluvia y haya buena cosecha y asi tener que comer...

Los peleadores son los que también son encargados del campo, de la siembra y sus productos. Sus atuendos y máscaras contienen elementos de significación. Canticos, danzas, música, gritos, alaridos envuelven esta celebración. El viento, una cueva, la confección y uso de la máscara, el ayuno por parte de los peleadores configuran este universo simbólico. Las mujeres tienen un papel importante. No solo se celebra la fertilidad de la tierra sino también de las mujeres, este espacio es un espacio de cortejo donde los hombres obsequian una flor a la muchacha que les atraiga.

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Esta tradición la consideran parte de su cultura, de su pueblo, de su comunidad. Les otorga identidad, vínculos sociales y culturales, sentido de pertenencia y la conservación de su cultura mediante el ejercicio de la misma. En este acto se involucran todas las generaciones del pueblo. La pelea de jaguares vincula: cultura, sociedad, memoria y vida en comunidad. Los cantos y las flores reflejan una concepción verdadera sobre la divinidad. Estos guerreros en sus batallas dan fuerza al sol con su sangre. Según López Austin (1984) la sangre también revitalizaba al sol; la salud, las lluvias, la fertilidad de la tierra, la eran intercambiadas a los Dioses mediante la sangre.

El siguiente texto ilumina de mejor manera lo dicho en este trabajo. Cito:

En la Historie du Mexique se narra cómo los dioses demiurgos Tezcatlipoca y Quetzalcoatl desgarraron a Taltecuhtli, de cuyo cuerpo se creó la superficie terrestre. Debido a la transgresión cometida, los demás dioses decidieron compensar a Tlatecutli ordenando que su cuerpo saliera “todo el fruto necesario para la vida de los hombres”. Sin embargo, a veces la Diosa lloraba por la noche, “deseando comer corazones de hombre y no se quería callar hasta que se le daban, ni quería producir fruto sino era regada con la sangre de hombres. En ese mito la creación, la tierra desempeña su papel más conocido, el de un ser hambriento de los cuerpos y los corazones de los seres humanos, así como sediento de su sangre. Solo la ofrenda regular de dichos manjares podía garantizar la producción de los alimentos indispensables para la supervivencia de los seres humanos, según una transacción de “doy para que des”, que ponía en marcha el ciclo productivo de la tierra y de sus frutos… Como en el relato sobre la creación de la tierra la entrega de alimento, en este caso generada por el derramamiento de sangre, es la condición necesaria para poner en marcha los ciclos del universo, para que se instituya el intercambio: sangre a cambio de la alternancia indispensable entre luz y oscuridad, entre temporada seca y temporada de lluvias. (Arqueología mexicana, 2024: 26-27)

El mito que citamos en estas líneas resume el hilo argumental de este texto.

El filtro que significaron los cronistas del siglo XVI resultó en una deformación de la realidad que a su vez fungía como una adaptación a la misma. Es decir, las categorías provenientes de occidente con las que se abordó la realidad mesoamericana transformaron y se adaptaron a una realidad absolutamente opuesta. El claro ejemplo es nombrar al jaguar como tigre. El jaguar es originario de América y el tigre de Asia, en este sentido la cosmovisión de la sociedad autóctona de la región fue deformada con nociones que ni siquiera atienden a una geografía común.

En relación a la conquista y el filtro socio-cultural que resultó podemos decir que en el aspecto simbólico, estos, no han sido modificados del todo. Para explicar esto, quisiera señalar la metáfora de la iglesia superpuesta en una pirámide. Esta imagen hace alusión a una imposición ideológica, una imposición de un sistema de creencias proveniente otras latitudes y que su práctica en Mesoamérica fue de forma imperativa e impositiva. Teniendo en mente esta metáfora, en el aspecto simbólico, las prácticas rituales de la pelea de jaguares mantienen en un nivel metafísico, trascendental e ideológico su significado desde sus orígenes. En el nivel material o de la realidad física los objetos de ofrenda y los actos rituales como la misma batalla, han incorporado elementos externos a sus tradiciones desde el siglo XVI.  

Bibliografía

  • Blumer, H. (1997) Interaccionismo simbólico. Teoría y Método, Universidad de Quilmes, Argentina.
  • Broda, J. et Félix Báez, J. (coords.) (2001) Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México, CONACULTA, FCE.
  • Broda, J. (2001) La etnografía de la fiesta de la Santa Cruz una perspectiva histórica en Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México, CONACULTA, FCE.
  • Good, C. (2001) El ritual y la reproducción de la cultura en Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México, CONACULTA, FCE.
  • Gonzalez, Y. coord. (2001) Animales y plantas en la cosmovisión mesoamericana, CONACULTA-UNAM, Plaza y Valdez eds. México.
  • León Portilla, M. (2002) La filosofía náhuatl, IIH-UNAM, México.
  • López Austin, A. (1984) Cuerpo humano e ideología. Las concepciones de los antiguos nahuas, IIA-UNAM; México.
  • Turner, V. (1980) La selva de los símbolos, s. XXI, Argentina.

Revistas

  • Arqueología mexicana, La sangre en el México antiguo. Líquido vital, precioso y creador, Núm. 185 marzo-abril 2024.

Tesis

  • Díaz, A., Las batallas rituales entre los antiguos nahuas, Programa de maestría y doctorado en estudios mesoamericanos, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Filológicas, tesis que para optar por el grado de: doctor en Estudios Mesoamericanos, marzo 2021.

Video

Pelea de Tigres: una petición de lluvia nahua, CDI, 2018.
https://www.youtube.com/watch?v=H3Ro64Uu0EM
Documental Acatlán Guerrero-Petición de lluvia Canal de YouTube: Acatlán Guerrero fiestas de mi pueblo.