Sector: 
Salud

Se diseñan y sintetizan por plasma polímeros entrecruzados y particulados a partir de alilamina y pirrol para aplicarlos como implantes en la fase crónica de una lesión traumática de médula espinal. Este tipo de lesiones es un problema asociado con una alta mortalidad y de severas consecuencias que llevan a la discapacidad, parálisis permanente y a prolongados tratamientos de rehabilitación. En esta tarea se están probando experimentalmente polipirroles sintetizados en forma de película, que molidos o en forma de pastilla, se han implantado en ratas de laboratorio con lesiones por sección completa de médula espinal inmediatamente después de la lesión con resultados que indican que la velocidad de recuperación de movimiento de las ratas implantadas se puede incrementar y hasta duplicar en función de los implantes poliméricos aplicados. Sin embargo, para cada tipo de lesión de médula espinal, sección total, compresión, contusión, ya sean agudas o crónicas, la estrategia es diferente, ya que se requiere que los métodos de implante no produzcan un trauma adicional y lesionen aún más el tejido medular. Por lo anterior, para la lesión traumática de médula espinal en fase crónica se propone el uso de materiales particulados con estructura entrecruzada que por su tamaño puedan inyectarse en la zona de lesión con invasión mínima.

Beneficios que aporta a la sociedad
El beneficio del proyecto a largo plazo es implantar este tipo de polímeros en la fase crónica después de una lesión severa de médula espinal con el fin de restablecer las funciones perdidas en el paciente, si no en su totalidad, al menos parcialmente. Se plantea aplicar el implante en la fase crónica de la lesión medular debido a que en esa etapa ya se encuentra bien establecido el déficit funcional, ya no se considera una lesión crítica en el sentido estricto porque ya ha pasado tiempo desde el daño inicial, los procesos agudos ya se estabilizaron de tal forma que los mecanismos de destrucción se autolimitaron y se desarrolló cicatrización en la zona. En esta fase los pacientes manifiestan las secuelas de la lesión de la médula espinal, que pueden ir desde diversos grados de alteraciones sensitivas, autonómicas y motoras hasta la parálisis de ambas piernas y/o brazos, dependiendo del nivel de lesión, produciendo discapacidad permanente para la que no hay hasta ahora un tratamiento efectivo que revierta esas consecuencias.

Usuarios
Sector salud

Responsables:
Guillermo Jesús Cruz Cruz