La tuberculosis bovina es una enfermedad bacteriana, de curso crónico causada principalmente por Mycobacterium bovis, pero también por Mycobacterium caprae, y en menor medida por Mycobacterium tuberculosis. Es una de las enfermedades -de distribución mundial- de mayor impacto económico en la industria ganadera, al ocasionar graves pérdidas económicas, y representar una barrera para la comercialización del ganado y sus subproductos, además constituye un riesgo para la salud humana.

Aunque el ganado bovino es considerado el principal reservorio de M. bovis y constituye la primera fuente de infección de tuberculosis en humanos, la enfermedad se ha notificado en otros animales domésticos y de vida silvestre, causando lesiones de tipo granulomatoso en diferentes órganos, especialmente pulmones y nódulos linfáticos, generando así un estado general de enfermedad, neumonía, pérdida de peso y la muerte.

Existen acciones de control y erradicación en países que han reducido/eliminado la tuberculosis bovina de su población ganadera. La prevalencia más alta de la enfermedad se encuentra en el continente africano y algunas partes de Asia, sin embargo, en diversos países de Europa y América la tuberculosis bovina es un problema de incidencia creciente.

En México, el territorio nacional se encuentra dividido en dos zonas: un área de control con una prevalencia promedio del 2.5 por ciento (excepto cuencas lecheras), y un área de erradicación con una prevalencia menor al 0.5 por ciento. Estas áreas están definidas de acuerdo a las acciones de vigilancia, control y erradicación por la Campaña Nacional contra la Tuberculosis bovina Mycobacterium bovis NOM-031-ZOO-1995. Actualmente las estrategias de la campaña de tuberculosis bovina se basan en reducir la prevalencia de la enfermedad, buscando minimizar el riesgo de que los animales expuestos o afectados por tuberculosis se movilicen durante el comercio nacional e internacional.

En los últimos años ha habido un gran avance en el desarrollo e implementación de técnicas moleculares para la identificación de M. bovis en cultivos y tejidos. La Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) permite la identificación simultanea de la especie de micobacteria causante de enfermedad. La PCR también permite la tipificación molecular de los aislados mediante la técnica de MINU-VNTR, con esta se puede determinar el origen de los brotes, a comprender el vínculo entre los distintos brotes, y mostrar las relaciones entre los casos de tuberculosis en animales doméstico y salvajes, o incluso a identificar la fuente de infección en humanos.

Los VNTR, son secuencias genéticas repetidas en tándem de numero variable dispersas en el genoma, cuyo polimorfismo se origina por adición o deleción de secuencias repetidas. Para identificar un VNTR se amplifica su secuencia por PCR con oligonucleótidos complementarios a secuencias especificas en sus flancos. El tamaño del amplicón revela el polimorfismo del VNTR y puede expresarse como el número de secuencias repetidas que contiene, permitiendo generar códigos numéricos comparables entre diversos laboratorios, y así crear bases de datos de fácil acceso. La mayoría de los VNTR´s encontrados en el genoma de M. bovis, corresponden con las llamadas MIRUs, que son minisatélites compuestos por secuencias de un tamaño entre 40-100 pares de bases, distribuidos en 41 localizaciones del cromosoma. Los MIRUs son marcadores genéticos muy estables y debido a que su análisis implica a más de un locus, tienen un alto poder de discriminación.

Con este fin, se diseñó un método para la discriminación entre aislados de M. bovis mediante un set de 12 marcadores VNTR. El análisis revelo un alto poder de discriminación (0.99) entre los 467 aislados analizados, la diversidad alélica obtenida para cada locus fue desde 0.239 hasta 0.857.

La tecnología generada por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) permite realizar estudios epidemiológicos que sirvan para determinar relaciones genéticas entre aislados de diferentes regiones y de esta manera establecer rutas de diseminación e identificar focos de infección. La distribución de patrones genéticamente relacionados en distintas regiones puede ser un indicativo de movilización de ganado infectado, lo que puede indicar el porqué de la presencia de los mismos aislados en diferentes estados.

Esta tecnología se puede emplear para diferenciar los aislados provenientes de distintas regiones del país, por lo tanto, su aplicación puede alinearse al programa de monitoreo continuo de la tuberculosis bovina a nivel nacional. Esto permitirá conocer las rutas de diseminación y establecer focos de infección para así implementar estrategias de control durante la movilización y comercialización del ganado, y así contribuir a la erradicación de la tuberculosis bovina.

Susana Flores Villalva flores.susana@inifap.gob.mx

Elba Rodríguez Hernández rodriguez.elba@inifap.gob.mx

Ana María Anaya Escalera anaya.ana@inifap.gob.mx