Para lograr un envejecimiento saludable y mantener el bienestar, es importante llevar a cabo un autocuidado y adoptar hábitos que disminuyan el impacto de múltiples factores biológicos, sociales y culturales.

El proceso de envejecimiento es heterogéneo, continuo e irreversible, depende de factores biológicos, sociales y culturales que determinan los cambios fisiológicos del cuerpo y los riesgos de enfermedad. El autocuidado permite envejecer con salud y mantener el bienestar de las personas a lo largo de su vida.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autocuidado se define como “la capacidad de las personas, familias y comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a enfermedades y discapacidades con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica”.

Para lograr un autocuidado las personas y las comunidades deben desarrollar capacidad de:

  • Autosuficiencia
  • Empoderamiento
  • Autonomía
  • Responsabilidad
  • Participación

Las intervenciones de autocuidado deben incluir:

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Las condiciones socioeconómicas, culturales, políticas y de género influyen en el estado de salud y bienestar de las personas. En algunas poblaciones el estado de salud de las personas adultas mayores se ve afectado por situaciones específicas como:

  • Discriminación en los servicios de salud por raza, etnia, edad, género.
  • Inequidades de salud en comunidades pobres y marginadas.
  • Dificultad de accesibilidad a los servicios e información de salud por discapacidad.
  • Falta de empatía en la comunicación del personal de salud hacia los pacientes.

Lo anterior, limita la posibilidad de envejecer saludablemente y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la etapa de la vejez.

Importancia del autocuidado en la vejez

Las personas adultas mayores tienen derecho a la salud, a recibir orientación y capacitación en materia de nutrición, higiene y todo aquello que favorezca su cuidado personal.

En la vejez existen situaciones de vulnerabilidad que dificultan el acceso a los servicios e información en materia de la salud, dichas condiciones pueden ser:

  • Estar en situación de abandono.
  • Tener discapacidad funcional.
  • Vivir en zonas rurales y marginadas.
  • No estar afiliado a alguna institución de salud.
  • Tener escaso o nulo ingreso económico.
  • Discriminación por cuestión de género, en particular hacia las mujeres y comunidad LGBTTTIQ+.

Como consecuencia de estas desventajas, se pueden generar alteraciones en la salud de las Personas Adultas Mayores que impiden o limitan a una persona ser y hacer lo que es significativo para ella.

Por lo anterior, es importante que se lleven a cabo intervenciones y prácticas de autocuidado cuyos logros pueden ser:

  1. Crecimiento y desarrollo personal.
  2. Conexión consigo mismo.
  3. Prevenir y mitigar riesgos y enfermedades en la vejez, que ayudarán a mantener la funcionalidad e independencia.

4. Mantener el bienestar en la vejez.

Principales medidas de autocuidado para envejecer saludablemente

Cuidado del cuerpo

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Cuidado de la salud mental

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Cuidado de las relaciones personales

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Principios para las intervenciones de cuidado

Las intervenciones de autocuidado se basan en resultados de pruebas realizadas por el sistema de salud,

por ello debemos promoverlas, a través de diferentes enfoques, para que lleguen a todas las comunidades.

  • Un enfoque centrado en la persona, para que se tenga en cuenta el entorno en el que vive, sus circunstancias, necesidades y deseos individuales a lo largo de todo el curso de su vida. 
  • Un enfoque del curso de vida donde se consideren las determinantes sociales que impactaron de manera general y a nivel biopsicosocial para garantizar que se contemplen las necesidades de los diferentes grupos de edad. 
  • Enfoque interseccional, de derechos humanos y género para garantizar la protección de los derechos relacionados con la salud, así como la dignidad y bienestar de todas las personas sin importar su condición.

Si las intervenciones de autocuidado abordan los enfoques anteriores, y de manera conjunta las personas las llevan a la práctica, se podría lograr un envejecimiento saludable y con bienestar.

Referencias

  1. CNDH. (2021). Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores. Disponible en https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/documentos/2021-05/Ley_DPAM.pdf.
  2. Organización Mundial de la Salud. (2014). Constitución de la organización mundial de la salud. 45. Ginebra. Disponible en https://apps.who.int/gb/bd/PDF/bd48/basic-documents-48th-edition-sp.pdf?ua=1#page=7.
  3. Organización Mundial de la Salud. (2015). Informe Mundial sobre Envejecimiento y la Salud. Disponible en https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/186466/9789240694873_spa.pdf.
  4. Organización Mundial de la Salud. (2021). Guideline on self-care interventions for health and well-being. Disponible en https://files.magicapp.org/guideline/d2f259c4-2f9d-4c6c-bacc-26d3dc7fa059/published_guideline_5511-2_3.pdf
  5. Organización Panamericana de la Salud. (2021). Herramientas de autocuidado [MOOC]. Disponible en https://mooc.campusvirtualsp.org/course/view.php?id=201.
  6. Vargas, M; Arana, B; Garcia, M; Ruelas, G; Melguizo, E;  Ruiz, A. (2018). Prácticas de autocuidado en adultos mayores: un estudio cualitativo en una población mexicana. Revista de Enfermagem Referencia, IV (16), 117-130. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=388256613012.