En el año 1974, el Presidente Luís Echeverría declaraba: “La mujer debe disfrutar de absoluta igualdad con el varón en el ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus responsabilidades”.
Las mujeres que ocupaban posiciones en la Cámara de Diputados y las encabezaban las organizaciones civiles de México, se apresuraron a actuar en consecuencia y la meta fue lograr la igualdad jurídica para las mujeres en nuestra Constitución, mediante una reforma sencilla pero contundente al artículo 4 el cual señala: “El varón y la mujer son iguales ante la ley”.
A 44 años de lo sucedido y aunque se ha avanzado mucho en cuanto a la paridad de género, aún falta camino por recorrer. En México hemos avanzado en esta materia y se continúan impulsando leyes que garantizan la equidad e igualdad sustantiva y efectiva entre la mujer y el hombre en todos los ámbitos.
La obligación de los partidos políticos de postular en paridad a los cargos de elección popular en la legislatura federal y de las entidades federativas, ha sido el más importante que ha dado nuestro país en relación con los derechos político electorales de las mujeres.
Desde los gobiernos locales debemos garantizar los derechos de las mujeres y avanzar hacia la igualdad de género, erradicando las barreras que impiden a la mujer su pleno desenvolvimiento en la vida política, económica y social y que obstruyen el avance integral de México.
Mejorar la situación y garantizar que las mujeres tengan mejores condiciones generará las bases para un futuro mejor para nuestro país.
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