La palabra Oblatos es emblemática para la ciudad de Guadalajara. Proviene de oblato —persona que, sin dejar de ser laica, adopta los principios de una orden— y la introdujeron en esta región las congregaciones religiosas que se asentaron en la urbe. 

Desde entonces, a través de ese término se identifica tanto a colonias como a casas de cultura, haciendas, barrancas, escuelas, oficinas e incluso, penitenciarías.

El Hospital General Regional (HGR) número 110 del IMSS, en Jalisco, abrió sus puertas hace 20 años, precisamente en la zona Oblatos y se ha propuesto ser un emblema en sí mismo.

Aquí brindamos servicio médico ininterrumpido a 476 mil derechohabientes.

En el nosocomio realizamos cada año actividades académicas, sociales, culturales y artísticas para celebrar el aniversario, no  obstante, a causa de la pandemia, hicimos un paréntesis en el año 2020: la unidad se reconvirtió en su totalidad e incluso se construyó un anexo para recibir a derechohabientes y no derechohabientes con síntomas graves de coronavirus.

El HGR número 110 es de los hospitales que más pacientes con COVID-19 han atendido a nivel nacional. Esto es posible gracias a la suma de esfuerzos de los 2 mil 490 trabajadores que conforman la plantilla en todas las categorías, médicas y administrativas de esta institución. 

Aunque no sea posible reunirnos todavía para celebrar, como de costumbre, un año más de ésta, que es nuestra segunda casa —muchas veces la primera—, persisten el cariño, el compromiso y el entusiasmo.

Nuestro capital humano es lo más valioso que tenemos. Prueba de ello son la medalla Miguel Hidalgo otorgada al hospital y al doctor Jorge Alonso Ojeda Hernández, así como el premio Jesús Kumate Rodríguez, para la enfermera Ana Karina González Ruiz.

Todo lo vivido durante el último año quedó reflejado en el mural llamado Una oportunidad para sanar al mundo, del artista jalisciense Carlos Alberto García Hernández.

En él plasman la entrega, la fraternidad, la solidaridad y la esperanza de cada uno, sin distinción de jerarquías o clases sociales, todos unidos, con dos brazos entrelazados, sabedores que en esto nadie se cura solo, que todos necesitamos de todos.

A partir de esta nueva realidad, con sus claroscuros, todo el personal ha adquirido la experiencia para afrontar con eficacia esta
pandemia que paralizó a la sociedad. 

Cierto que hay sentimientos encontrados de desesperación, tristeza, miedo, pero también de esperanza, solidaridad, resiliencia y alegrías.

Celebramos otro aniversario con estas imágenes como bandera, asumiendo la gran responsabilidad que tenemos, asentados en una zona tan importante en el área metropolitana, Oblatos, palabra emblema que nos recuerda esa vocación de servicio abierta y honesta que nos caracteriza, recordando con nuestro mural que hoy, como aquel 16 de noviembre del año 2000, cuando entramos en funciones por primera vez en el HGR número 110, manifiesta la identidad con que nos mostramos a México y al mundo.