Este 2020, el mundo celebra el 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven, compositor alemán, cuya influencia se puede sentir alrededor del mundo. Nacido en 1770, en la ciudad de Bonn (Alemania) en el seno de una familia de origen flamenco, desde pequeño se destacó debido a la técnica en el dominio del piano y a su capacidad de improvisación.

Se dio a conocer en Viena (Austria), con su primera Sinfonía, de las nueve que compuso y por las cuales, se le considera como un fiel representante en el plano musical de las ideas revolucionarias que afloraron durante el siglo XVIII y fomentaron la independencia norteamericana y la revolución francesa.

Su música, es un reflejo del rompimiento que se dio en las sociedades de esa época y que llegó a estar más allá del bien y del mal, musicalmente hablando. En vida logró despertar gran admiración y con el paso del tiempo su figura y legado no han hecho más que agigantarse. Su  espíritu se extendió en Europa y generó nuevas formas artísticas, así se considera que su obra musical expresa esa tendencia.

Se cree, que cualquier individuo  podría reconocer su música, la cual se ha empleado como banda sonora de películas y series e incluso cuenta con adaptaciones al rock, además como es bien conocido, existen una gran cantidad de retratos e historias sobre su vida, amores, desamores, sus manías, su mal genio; anécdotas y enfermedades. Por lo cual, Beethoven, fue, es y será una gran figura de la música universal.

Entre su prolífica obra se encuentra la Novena Sinfonía, la cual pugna por la hermandad entre los hombres, aunada a la aparición de un nuevo lenguaje musical. En ella, Beethoven realizó una configuración especial de la orquesta para interpretarla. Esta sinfonía fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y en 1985 fue adoptada como el himno oficial por la Unión Europea.

En México está presente su influencia en compositores como Aniceto Ortega, quien escribió la pieza “Invocación a  Beethoven” siendo interpretada en numerosas ocasiones por los pianistas del siglo XIX; su música formó parte de la gala inaugural del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México el 20 de septiembre de 1934, cuando la Orquesta Sinfónica de México, dirigida por el maestro Carlos Chávez, interpretó la Sinfonía Pastoral (Sexta Sinfonía) como parte del programa.

Dada la importancia de este compositor y su vínculo con el mundo, el Servicio Postal Mexicano se une a la celebración por el 250 aniversario de su nacimiento con la emisión de  una estampilla postal.

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Características

Diseñador:                       Ricardo Venegas Gómez

Técnica:                            Fotografía, y composición digital

Tintas utilizadas:            Cyan, magenta, amarillo, negro, y tinta de seguridad

Tipo de impresión:        Offset

Tamaño:                           72 x 30 mm

Perforación:                     Suaje

Planilla con:                     27 estampillas

Papel:                                Couché blanco mate autoadherible de 110 g/m2

Impresa por:                    Talleres de Impresión de Estampillas y Valores (TIEV)

Tiro:                                    100,008

Año:                                   2020

Valor facial:                      $13.50