La institución privada más longeva para la enseñanza de la profesión jurídica en México, la Escuela Libre de Derecho, nació el 24 de julio de 1912. Ha transcurrido un siglo y una década con grandes cambios en el interior del país y en el resto del mundo, pero se dice que las tormentas demuestran la fuerza de las anclas de todo barco.

A principios de este siglo, cuando el gran historiador de la Universidad de Columbia, Charles Adam Hale, autoridad destacada sobre el liberalismo en México, realizaba en nuestro país investigaciones para su biografía de una de las grandes personalidades de esta doctrina, que también participó en la fundación de la Escuela, decidió entrevistar algunos historiadores y abogados, bajo la idea de que la institución no había logrado sobrevivir más allá de una temporada de lluvias, según el vaticinio de su primer rector honorario, Luis Méndez, pero uno de ellos lo llevó a visitar sus actuales instalaciones, y el historiador apenas logró contener su sorpresa al verla no sólo viva y enorme sino en pleno desarrollo.

Una huelga estudiantil, provocada en gran parte por los profesores de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, ocasionó la fundación de la Escuela Libre de Derecho. Así, casi al acaso, a la voz de un grupo de jóvenes que se sintieron ofendidos y creyeron que sería fácil pedir clases impartidas gratuitamente a un grupo de renombrados abogados –tradición que subsiste hasta el presente–, fundaron una institución que ha logrado sustentarse de los recursos proporcionados por sus egresados y simpatizantes. Desde entonces, ha mantenido sus puertas abiertas y sus aulas activas como reductos para la educación cuando otras han tenido que suspender, transitoria o definitivamente sus labores. La misma escuela ha visto pasar gobiernos, la mudanza de las instituciones políticas y hasta costumbres y normas de la moral pública, a nivel nacional y mundial, y logrado mantener sin mayores alteraciones sus ideales, programas, personal educativo y alumnado.

Lo que parecía al principio un experimento pedagógico demostró, con su práctica y ejemplo, que la autonomía de la enseñanza es posible, que se puede lograr el desapego de las veleidades de la política, el desorden revolucionario y la violencia del mundo de las pasiones. Según Emilio Rabasa, el personaje sobre el que escribió Hale, “la Escuela… ha laborado lo mismo bajo las tempestades que bajo la serenidad de un cielo benigno; la Escuela así, ha ganado por acción propia y por virtud orgánica el derecho de vivir, y de vivir con la estimación y el respeto a quien sirve”, palabras pronunciadas en 1925, pero que siguen siendo válidas a un siglo de distancia.

Aunque otros la han tratado de imitar, reproduciendo su nombre, instituciones similares no se pueden copiar simplemente duplicando su fachada y distintivos. Tienen un alma compleja entretejida de ideales imposibles no solamente de patentar, sino también de igualar. En este caso, el amplio trasfondo que comporta la libertad de enseñanza, como señaló desde el comienzo Manuel Herrera y Lasso, uno de sus alumnos fundadores y luego maestro, en sus propias aulas, por más de medio siglo.

En 110 años no solamente han egresado de la Escuela alrededor de cuatro mil profesionistas del derecho, mujeres y hombres responsables de todas las ramas del universo jurídico en los ámbitos de la práctica privada y pública, parlamentaria, judicial, militar, diplomática y de la investigación; también ha aportado personalidades a la esfera religiosa, literaria, bibliófila y artística en casi toda su amplitud, sin olvidar fundadores y dirigentes de las más diversas instituciones.

La Escuela Libre de Derecho, siempre famosa por su rigor pedagógico y método pedagógico, ha sabido adaptarse a los tiempos contemporáneos; y sus valores han quedado desde el inicio confiados al honor de los estudiantes, es un ejemplo teórico y práctico de la libertad que existe en la nación mexicana, a la que siempre ha servido y servirá mientras subsistan los ideales que le dieron vida. 

Texto: Dr. Miguel Angel Fernández Delgado

Es por ello que el servicio Postal Mexicano se une a esta importante conmemoración con la emisión de una estampilla postal.

Características Técnicas

Diseño:                       Rodolfo Espíndola Betancourt

Técnica:                      Fotografía y composición digital

Tintas utilizadas:       Cyan, magenta, amarillo, negro y tinta de seguridad

Tipo de impresión:    Offset

Tamaño:                     24 x 40 mm

Perforación:               13 de peine

Planilla con:               50 estampillas

Papel:                        Couché blanco brillante engomado de 110 g/m2

Impresa por:              Talleres de Impresión de Estampillas y Valores (TIEV)

Tiro:                            300,000 estampillas

Año:                           2022

Valor facial:                $7.00 c/u