La planificación familiar también contempla la educación integral en sexualidad, la prevención y el tratamiento de ITS, la atención médica antes, durante y después del embarazo, así como el tratamiento de la infertilidad.[1]

El Día Internacional de la Planificación Familiar es una oportunidad para destacar la importancia de que las personas tengan información sobre los diferentes métodos anticonceptivos y sus ventajas para la prevención de embarazos no planificados ni deseados e infecciones de transmisión sexual (ITS), especialmente en jóvenes y adolescentes. Asimismo, se hace un llamado a identificar y atender a la población con mayor necesidad de métodos anticonceptivos en México, garantizando el libre ejercicio y cumplimiento de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.

A continuación te presentamos algunos datos sociodemográficos sobre el tema:

Población

  • En 2021, de acuerdo a las Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, 2016-2050[1] realizadas por el CONAPO, en el país residen 129.0 millones de personas, de las cuales 65.8 millones son mujeres que representan 51.0 por ciento del total de la población.
  • Del total de mujeres, 52.8 por ciento son mujeres de 15 a 49 años, es decir, son mujeres que se encuentran en la etapa reproductiva y se denomina como mujeres en edad fértil (MEF), para 2030 se espera que este grupo disminuya a 50.9 por ciento su presencia relativa.
  • En 2021, la entidad federativa con el mayor porcentaje de MEF es Quintana Roo con 57.2, mientras que, el estado de Zacatecas y Veracruz tienen el menor porcentaje, 51.1 y 51.3 por ciento respectivamente. Para 2030, se espera que el estado de Quintana Roo continúe siendo la entidad con el más alto porcentaje de mujeres en edad fértil (54.9%) y que la Ciudad de México sea la entidad que presente el porcentaje más bajo (48.0%).
  • De acuerdo a estimaciones de la Secretaría General del Consejo Nacional de Población ( SG CONAPO) con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018 del total de MEF, 22.0 por ciento residía en zonas rurales y 78.0 en urbanas. Asimismo, 5.6 por ciento hablaba lengua indígena y 94.4 no hablaba lengua indígena.

Fecundidad

  • Asimismo, se estima que durante el 2021 ocurran 2,133,951 nacimientos en mujeres de este grupo de edad, de los cuales 17.3 por ciento son de adolescentes de 15 a 19 años; para 2030 ocurrirán 1,985,707 nacimientos, y 16.8 por ciento serán de adolescentes.
  • En 2021, de acuerdo a las proyecciones de población, se estima que el promedio de hijos(as) por mujer durante su vida reproductiva (tasa global de fecundidad, TGF) es de 2.03 hijos(as) por mujer. Los grupos de mujeres de 20 a 24 y 25 a 29 años son los que más contribuyen a la fecundidad, con una tasas específicas de fecundidad (TEF) de 115.2 y 101.8 hijos(as) nacidos(as) vivos(as) por cada mil mujeres, respectivamente, seguidas por las mujeres de 30 a 34 años con una TEF de 73.5 y las adolescentes (15 a 19 años) presentan una TEF de 67.7 nacimientos por cada mil.
  • Asimismo, estimaciones de la SG CONAPO con base en el último levantamiento de la ENADID, en 2016 la TGF en las zonas rurales fue de 2.51 hijos(as) en promedio por mujer y la tasa específica de fecundidad en adolescente (TFA) de 91.9 nacimientos por cada mil, mientras que, en zonas urbanas, la TGF fue de 1.94 hijos(as) en promedio y la TFA de 64.5 nacimientos por cada mil adolescentes.
  • Estimaciones realizadas por la SG CONAPO con base en el Censo de Población y Vivienda 2020, para 2019 se obtuvo que, la TGF de hablantes de lengua indígena era de 2.85 hijos(as) en promedio por mujer y la TFA de hablantes de lengua indígena fue de 73.5 nacimientos por cada mil adolescentes, mientras que la TGF de no hablantes de lengua indígena fue de 1.82 hijos(as) en promedio por mujer y la TFA en 41.1 nacimientos por cada mil adolescentes.
  • Estimaciones de la SG CONAPO con base en el Censo 2020, en 2019 las mujeres afrodescendientes y no afromexicanas tuvieron en promedio 1.9 hijos(as) nacidos(as) vivos(as). La fecundidad de las adolescentes afrodescendientes (40.9 nacimientos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años) fue menor a la que presentan las adolescentes no afrodescendientes (43.0 nacimientos).

Prevalencia anticonceptiva[2]

El artículo 4° constitucional, establece que las mujeres y los hombres tienen el derecho a decidir libre y responsablemente el mejor momento para procrear, el número de hijas e hijos y el espaciamiento entre los nacimientos. Para ejercer este derecho, es necesario que mujeres y hombres accedan a la información y orientación sobre toda la gama de métodos anticonceptivos de tal forma que elijan el anticonceptivo que se adecue a sus necesidades[3].

  • En 2018, el porcentaje de mujeres en edad fértil sexualmente activas (MEFSA) que eran usuarias de métodos anticonceptivos fue de 75.5 por ciento. La menor prevalencia respecto a lo estimado a nivel nacional fueron las adolescentes con 59.9 por ciento, las hablantes de lengua indígena con 64.2 por ciento, las habitantes de zonas rurales con 71.4 por ciento y las mujeres con primaria incompleta o nula escolaridad con 70.3 por ciento.
  • Mientras que, la mayor prevalencia de las MEFSA respecto a lo estimado a nivel nacional, se ubicaron en las mujeres de 35 a 39 años de edad con 80.1 por ciento, las no hablantes de lengua indígena con 76.1 por ciento, las habitantes de zonas urbanas (76.6%) y las mujeres con preparatoria o más con 76.2 por ciento.
  • Las entidades federativas con el mayor porcentaje de MEFSA que eran usuarias de métodos anticonceptivos fue la Ciudad de México con 81.6, seguido de Sonora y México con 80.7 y 79.3 por ciento respectivamente; mientras que los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas tuvieron los menores porcentajes de usuarias con 70.2, 69.0 y 65.6, respectivamente.

Participación masculina

En la actualidad existe poca información sobre la vida sexual y reproductiva de los hombres, ya que por factores sociales o culturales se les ha asignado a las mujeres la responsabilidad de protegerse sobre todo de ITS y embarazos no planeados con el uso de métodos anticonceptivos. Por lo tanto, para conocer o inferir de manera indirecta, la participación de los hombres en la prevalencia anticonceptiva se hace uso de la información que aportan las mujeres en la ENADID sobre el uso actual de métodos anticonceptivos con participación masculina.

  • En este sentido, estimaciones realizadas por el CONAPO con base en la ENADID 2018, mostraron que aproximadamente una de cada seis MEFSA (16.8%), contó con la participación activa de los hombres en la planeación o prevención de embarazos o de ITS, es decir, las mujeres declararon que su pareja uso condón, vasectomía o métodos tradicionales.
  • La mayor proporción de mujeres con la participación de hombres en la práctica anticonceptiva ocurrió entre las adolescentes con 26.6 por ciento y las mujeres de 20 a 24 años con 22.6 por ciento, es decir, entre las más jóvenes; sin embargo, entre residentes de zonas rurales (10.6%), hablantes de lengua indígena (8.6%) y entre mujeres con primaria incompleta o menos (5.5%) la participación masculina fue menor incluso a lo estimado a nivel nacional.
  • Al interior del país, Querétaro, la Ciudad de México y Aguascalientes fueron las entidades que mostraron un alto porcentaje de participación masculina en la prevalencia anticonceptiva de MEFSA, alcanzando 23.2, 22.4 y 20.5, respectivamente, mientras que, Chiapas, Oaxaca y Tabasco, presentaron los porcentajes más bajos (10.0, 11.7 y 12.9, respectivamente).

Necesidad Insatisfecha de métodos anticonceptivos

La Necesidad Insatisfecha de Anticonceptivos (NIA) se refiere al porcentaje de mujeres que a pesar de que desean limitar o espaciar los nacimientos, no hacen uso de métodos anticonceptivos. Este indicador refleja la falta de cobertura en cuanto a la información y la oferta de métodos anticonceptivos para las mujeres que desean regular su fecundidad.

  • En 2018 a nivel nacional 11.1 por ciento de las MEFSA tenían NIA y los grupos de mujeres con más altos porcentajes con NIA fueron las adolescentes (27.6%), las hablantes de lengua indígena (16.7%), las residentes de lugares rurales (12.6%).
  • Al igual que en otros indicadores, al interior de la República Mexicana se da un comportamiento heterogéneo, es decir las entidades con altos porcentajes de MEFSA con NIA fueron  Chiapas (16.3%), Campeche (14.7%), Puebla (13.9%) y Quintana Roo (13.5%),; mientras que, los estados con menor porcentaje de MEFSA conNIA fueron Sonora (7.8%), Ciudad de México (8.1%), Sinaloa(8.4%) e Hidalgo (9.2%),

Salud materno infantil

La salud materno-infantil es uno de los componentes de la salud sexual y reproductiva que se centra en la salud de la mujer y del niño durante el embarazo, parto y puerperio, este enfoque garantiza el derecho a tener un embarazo en condiciones seguras y protegidas. La forma como se desarrolla, así como los cuidados que se tengan previos y posteriores a éste, influyen en gran medida en la salud de la madre, que a su vez impacta en la salud de la persona recién nacida.[4]

  • Con base en la ENADID 2018 se obtuvo que, a nivel nacional, el porcentaje de mujeres en edad fértil que acudieron a atención prenatal en el primer trimestre de embarazo fue de 88.5 por ciento. Jalisco fue la entidad donde se ubicó el porcentaje más alto (92.7%) de mujeres que acudieron a revisiones prenatales durante el primer trimestre, mientras que en Chiapas presentó porcentaje más bajo (83.1%).
  • En 2018, se estimó que 95.9 por ciento de las mujeres que tuvieron a su último(a) hijo(a) nacido(a) vivo(a) fueron atendidas por médicos(as) durante el parto, 1.5 por ciento por enfermeros(as) auxiliares o promotores(as) de la salud y 2.2 por ciento por parteras.
  • Asimismo, en 2018, se estimó que 53.9 por ciento de las mujeres tuvieron parto vía vaginal y a 46.1 por ciento les realizaron cesárea.
  • En México en 2018, poco más de la mitad (54.5%) de las mujeres adoptaron un método anticonceptivo después del parto. Al estimar por grupos de edad de las MEF, se observó que más de la mitad (53.7%) de las adolescentes (15 a 19 años) adoptaron un método anticonceptivo después del parto, y casi en el mismo porcentaje las MEF residentes de zonas rurales (53.6%) y hablantes de lengua indígena (55.8%) porcentaje de las que adoptaron un método después del parto.
  • En 2018, las entidades federativas con el más alto porcentaje de MEF que adoptaron un método anticonceptivo después del parto fueron, Tlaxcala (62.5%), Hidalgo (62.5%) y Puebla (59.8%) y las entidades con el más bajo porcentaje fueron Aguascalientes (46.2%), Zacatecas (46.3%) y Jalisco (47.3%).

En México, el derecho a decidir cuántas hijas e hijos tener, a qué edad y con qué espaciamiento, se ejerce con plena libertad al amparo del párrafo segundo del artículo 4o. Constitucional, del párrafo II del artículo 3 y del artículo 5 de la Ley General de Población (LGP), así como de los artículos 13 a 23 del Reglamento de la Ley. La Secretaría General del CONAPO, de acuerdo con lo estipulado en el artículo 18 del reglamento de la LGP, lleva a cabo diversas acciones de comunicación en población sobre planificación familiar dirigida especialmente a jóvenes y adolescentes que los ayuden a tomar libremente decisiones consientes e informadas sobre el ejercicio de su sexualidad.

Necesidades insatisfechas de anticoncepción (NIA) y nacimientos no intencionales a causa del COVID-19 en México

En México los servicios de salud sexual y reproductiva han sido considerados como esenciales, para asegurar el acceso a una amplia gama de servicios, entre ellos, servicios de consejería, métodos anticonceptivos y, para la población adolescente, servicios amigables. Sin embargo, se reconoce que los servicios de salud sexual y reproductiva (SSSR) han sufrido afectaciones, incluyendo la redistribución de recursos tanto financieros como humanos para hacer frente a dicha pandemia y la conversión de varios centros de salud donde dichos servicios operaban antes de la pandemia para la atención exclusiva de las y los pacientes infectadas(os) por la COVID-19.

Dada la importancia de contar con estimaciones confiables sobre las afectaciones en esta materia, basadas en metodologías sólidas, para que las personas a cargo del diseño e implementación de políticas públicas, así como para quienes toman decisiones cuenten con datos confiables que les ayuden a prepararse con el fin de aminorar los efectos negativos que la pandemia está ocasionando en salud sexual y reproductiva (SSR) en el país, y consecuentemente, los avances alcanzados hasta antes de la pandemia no tengan un retroceso significativo, ni crónico como consecuencia de la COVID-19; la SG CONAPO se dio a la tarea de realizar una estimación  del posible aumento de mujeres con necesidad insatisfecha de anticoncepción (NIA), y de nacimientos no planeados o no deseados dada esta contingencia.

Como resultado de este ejercicio se identificó que, si el acceso a métodos anticonceptivos cayera en 20 por ciento, se podrían llegar a sumar anualmente más de medio millón de mujeres en edad fértil (15-49 años) entre 2020 y 2021 a tener necesidades insatisfechas de anticoncepción a causa de la pandemia. Como consecuencia, se estima que se podrían llegar a tener aproximadamente 120 mil nacimientos no intencionales adicionales que se estarían sumando a los cerca de un millón de nacimientos no intencionales que se esperaban antes de la pandemia en el mismo periodo, con lo que se estima ahora un total de 1,097,302 nacimientos no intencionales en estos años.

Entre la población adolescente y joven, la pandemia de la COVID-19 está cobrando un alto costo, no solo al limitarles o privarles sus oportunidades educativas y laborales; aunado a esto, también corren un mayor riesgo de sufrir violaciones a sus derechos humanos, entre éstos el derecho a la salud, al tener un acceso reducido a la atención médica, incluyendo su salud sexual y reproductiva. En México, los posibles impactos en el caso de que el de acceso a métodos anticonceptivos entre la población adolescente cayera en 30 por ciento, implicarían anualmente poco más de 106 mil adolescentes en 2020 y 2021 que se sumarían a tener necesidades insatisfechas de anticoncepción, y consecuentemente, cerca de 29 mil nacimientos no intencionales adicionales en este periodo a causa de la pandemia.

Por ello, de suma importancia que el país se comprometa a incrementar la oferta y calidad de la atención de los servicios de salud sexual y reproductiva para niñas, niños y adolescentes (NNA), de conformidad a lo establecido en la NOM 047, asegurando el acceso efectivo a una gama completa de métodos anticonceptivos y enfatizando la doble protección, para garantizar una elección libre e informada y la corresponsabilidad del varón en el ejercicio de la sexualidad.

 

[2] Estimaciones del CONAPO con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018. https://www.gob.mx/conapo/articulos/conapo-principales-resultados-de-la-encuesta-nacional-de-la-dinamica-demografica-enadid-2018?idiom=es

[3] CONAPO. Situación de los derechos sexuales y reproductivos. República Mexicana, 2018. https://www.gob.mx/conapo/documentos/situacion-de-los-derechos-sexuales-y-reproductivos-republica-mexicana-2018?idiom=es

[4] CONAPO. Situación de los derechos sexuales y reproductivos. República Mexicana, 2018. https://www.gob.mx/conapo/documentos/situacion-de-los-derechos-sexuales-y-reproductivos-republica-mexicana-2018?idiom=es