Los océanos, también conocidos como “los pulmones de nuestro planeta”, generan la mayoría del oxígeno que respiramos, son fuente de alimento y nutrientes, ayudan a regular el clima y el tiempo, y tienen efectos que benefician al medio ambiente, a la sociedad y a la economía; como el turismo, la pesca y otros recursos marinos para sus ingresos.
La desafortunada presión humana, es decir, la sobreexplotación pesquera y la pesca ilegal, desconocida o sin regular, las insostenibles prácticas de acuicultura, la polución marina, la destrucción del hábitat, las especies invasoras, el cambio climático y la acidificación causan un grave daño a los océanos y los mares.
En 2009 las Naciones Unidas declaró el 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, con la intención de recordar al mundo entero la importancia que tienen, el gran papel que juegan en la vida diaria, para fomentar su protección y cuidado, pero sobretodo, para conocer las consecuencias que tienen las actividades humanas en ellos.
Aquí algunos datos relevantes para que te des cuenta de la importancia que tienen en nuestra vida:
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Los océanos cubren más de 70% de la superficie del globo. De este porcentaje, sólo 1% de la superficie oceánica está protegida.
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Entre un 50 y un 80% de la vida en la Tierra se encuentra bajo la superficie del océano, que constituye 90% del espacio habitable del planeta. Menos de 10% de este espacio ha sido explorado hasta ahora por el hombre.
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Los fitoplancton, organismos marinos minúsculos, producen la mitad del oxígeno de la atmósfera mediante la fotosíntesis.
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Los océanos contienen 96% de todo el agua de la Tierra. El resto es agua dulce que se encuentra en forma de ríos, lagos y hielo.
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El océano absorbe anualmente cerca del 25% del CO2 que se agrega a la atmósfera debido a la actividad humana, reduciendo así el impacto de este gas con efecto de invernadero en el clima.
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El conjunto de los ecosistemas costeros que actúan como sumideros de carbono, como los manglares, las marismas salinas y las praderas submarinas, pueden contener una cantidad de carbono cinco veces superior a la de los bosques tropicales.