Día mundial de la poliomielitis

El 24 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Poliomielitis en honor al nacimiento de Jonas Salk, médico y científico que desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de una de las primeras vacunas efectivas contra la polio. Es por eso que esta fecha nos sirve como un recordatorio de la importancia de continuar con los esfuerzos para eliminar por completo la polio y garantizar un mundo libre de esta enfermedad.

La poliomielitis es una enfermedad altamente contagiosa y solía ser una de las principales amenazas para la salud en todo el mundo, dejando a su paso una estela de discapacidades y secuelas. Gracias a esfuerzos de vacunación en todo el mundo, la incidencia de la polio se ha reducido significativamente. Hoy en día, se está más cerca que nunca de la erradicación total de la enfermedad.

Sin embargo, no debemos olvidarnos de aquellas personas que han sido afectadas por la polio, ya que enfrentan desafíos más complejos y significativos. Las secuelas de esta enfermedad pueden incluir parálisis, debilidad muscular y dificultades en la movilidad. Esto no solo impacta la calidad de vida de las personas, sino que también plantea cuestiones de derechos humanos.

Uno de los principios fundamentales de los derechos humanos es la igualdad. Todas las personas, independientemente de su condición, tienen derecho a participar plenamente en la sociedad. Esto implica asegurar que las personas con polio tengan acceso a atención médica, rehabilitación, apoyo y recursos que les permitan vivir de manera independiente y participar en la vida cotidiana.

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por las Naciones Unidas en 2006, destaca la importancia de proteger y promover los derechos de este grupo social, y reconoce su derecho a la igualdad de oportunidades y a la plena participación en todos los aspectos de la vida.

En el caso de la polio, esto significa garantizar que las personas afectadas tengan acceso a la atención médica necesaria, incluyendo servicios de rehabilitación y terapia física. También implica promover la inclusión en la educación y el empleo, así como eliminar las barreras arquitectónicas que dificultan la movilidad.

El Día Mundial de la Poliomielitis es una oportunidad para recordar que la erradicación de la enfermedad es un paso crucial hacia la protección de los derechos de las personas. No obstante, hay que ser conscientes que la última etapa de erradicación de la polio es la más desafiante, pero con el compromiso de la comunidad internacional, cada día se está más cerca de asegurar un futuro donde ningún niño o niña tenga que sufrir sus secuelas.

Es por ello que esta fecha es un recordatorio que la lucha contra esta enfermedad es también una lucha por la igualdad y la justicia. Como sociedad, debemos asegurarnos de que todas las personas tengan la oportunidad de vivir una vida y participar plena, independientemente de las circunstancias de su salud. La erradicación de la polio es un paso esencial para construir un mundo más inclusivo y equitativo, un mundo donde no se deje nadie atrás.