La sordoceguera es una discapacidad que resulta de la combinación de dos deficiencias sensoriales (visual y auditiva). Genera a quien vive con ella, problemas de comunicación únicos y necesidades especiales derivadas de la dificultad para percibir de manera global, conocer, y por tanto interesarse y desenvolverse en su entorno. Esta discapacidad afecta gravemente las habilidades diarias necesarias para una vida mínimamente autónoma, requiere servicios especializados, personal específicamente formado para su atención y métodos especiales de comunicación.

Algunas personas sordociegas son totalmente sordas y ciegas, mientras que otras tienen restos auditivos y/o visuales.

La adaptación e integración de las personas sordociegas se basa en la intensiva utilización de todos los recursos sensoriales que poseen:

  • Restos visuales y/o auditivos.
  • Tacto.
  • Olfato.
  • Gusto.

Pero el sentido del tacto es el que adquiere una especial relevancia en sus necesidades de comunicación, de adquisición de conocimientos y de aprendizaje. El tacto es un sentido que puede desarrollarse y ofrecer más prestaciones de lo que generalmente se cree y puede ayudarnos a recabar también más información. De los cinco sentidos tradicionales, el tacto es en realidad el único sin el cual no podríamos vivir.

Principales causas de sordoceguera congénita

Los nacimientos prematuros, la meningitis y síndromes diversos como CHARGE, Opitz entre otros, son las principales causas de sordoceguera congénita. La rubéola, aunque aún se atienden muchas personas afectadas, ha dejado de ser una causa importante de sordoceguera congénita, gracias a la posibilidad de vacunación de las mujeres en edad de gestar.