Además de tener pueblos milenarios y ser países en vías de desarrollo, China y México comparten retos similares a los que hacen frente, como el envejecimiento de su población, la pobreza extrema, así como una gran desigualdad entre ricos y pobres.

En días pasados una comisión del Ministerio de Asuntos Civiles (MAC) de la República Popular China, visitó la sede de la Secretaría de Bienestar en la Ciudad de México. Del intercambio de información y de ideas entre ambas instituciones homólogas, encargadas de combatir la pobreza, surgieron los siguientes datos por demás interesantes.  

La enorme diferencia radica en que el “gigante asiático” tiene 11 veces más habitantes que nuestro país y a mayor población la solución de problemas se torna más compleja.

México tiene aproximadamente 125 millones de habitantes, mientras China suma mil 400 millones, tan solo la cantidad de adultos mayores chinos (240 millones) duplica la población total de nuestro país.

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Los adultos mayores representan 17 por ciento de la población china, mientras que los más de 12 millones de ese sector mexicanos significa 13 por ciento, proporción que aumentará en los próximos años.

De acuerdo con el Ministerio de Asuntos Civiles de la República Popular China, el principal problema que enfrenta los adultos mayores en ese país es el abandono.

Los asilos y albergues públicos brindan servicios de comida, atención médica, entre otros, pero están saturados, se debe tener 90 años para ingresar; además de inscribirse a una lista de espera que puede tardar varios años.  

Hace algunas décadas la situación era distinta, puesto que el respeto y veneración por los ancianos era parte de la cultura china, era costumbre que las familias cuidaran a los viejos. Sin embargo, la migración a las ciudades y la vida moderna en general, han provocado grandes cambios culturales. El gobierno chino trata de resolver ese problema con apoyo de organizaciones no gubernamentales.

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En México más de ocho millones de adultos mayores de 68 años (y de 65 en zonas indígenas), reciben la pensión universal de la Secretaría de Bienestar. Aunque en aún es costumbre que la familia cuide a los abuelos, el caso de China es una advertencia de lo que podría pasar en el futuro si no se toman medidas necesarias.          

Otro grave problema que enfrenta aquella nación, es la pobreza extrema en la que vivían 16.6 millones de habitantes en 2018, lo sorprendente es que en el año 2012 había más de 98 millones de pobres extremos, es decir que han salido de esa condición entre 13 y 10 millones de personas al año.

Esta disminución no es casual, sino parte de una estrategia lanzada desde 2012 para erradicar la pobreza extrema en el año 2020, cuando el Partido Comunista dio un giro en su política social, puesto que se dieron cuenta que el crecimiento económico sostenido y la industrialización no son suficientes para que la población viva mejor.

Actualmente más de 45 millones de personas reciben un subsidio del gobierno para poder garantizar sus necesidades básicas, la mayoría -35 millones- viven en comunidades rurales.  

En México la pobreza se sigue concentrando en las zonas rurales e indígenas, 70 por ciento de esta población la padece. Por ello el gobierno mexicano refuerza su política social en este sector olvidado por varias décadas, con programas como Sembrando Vida, becas, pensiones para Adultos Mayores y Personas con Discapacidad. Acciones que son prioritarias para el Gobierno de México.