El proyecto nacional de la transformación del campo, requiere de la permanente participación de todos los productores del país, porque rescatar al campo significa volver a dar a las actividades agropecuarias un papel preponderante como motor de desarrollo local, regional y nacional.

La estrategia es impulsar las actividades agropecuarias y acuícola-pesqueras a través de programas prioritarios que abordan problemas relacionados con la producción de granos básicos y estratégicos, leche y alimentos de origen acuícola mediante una política de precios y apoyos directos que incentiven la producción y den certidumbre a los productores.

El Gobierno de México se ha comprometido a revertir la injusticia social del campo e impulsar una agricultura incluyente, sostenible y equitativa, que fomente mayor productividad por parte de los pequeños productores que viven en condiciones de marginación, y que son quienes aportan el 40 por ciento de los alimentos que consumimos.