La raicilla es una bebida alcohólica mexicana que se produce en Jalisco y para su elaboración se emplean dos variedades: el agave lechuguilla y el agave raicillero de las especies inaequidens y maximiliana endémica del estado.

El proceso de elaboración de la raicilla consiste en: escoger las piñas maduras, jimar, limpiar y tatemar. Se cuece en hornos sellados que arden a 130 grados, luego se enfrían, se vuelven a limpiar y se muelen, el líquido resultante se fermenta máximo ocho días, se vierte todo a los alambiques para cocer y finalmente se destila. La gradación de la raicilla oscila entre 36 y 45 por ciento de alcohol.

El color de la raicilla es marrón, su sabor es dulce y aterciopelado por lo que para degustarse debe tomarse frío, existe una copa especial para degustarlo fabricada en vidrio soplado por artesanos de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco.

En algunas regiones de la costa de Jalisco le agregan jugo de naranja, toronja, maracuyá y agua mineral para darle un sabor tropical.

¿Sabías qué?
Para producir un litro de raicilla se necesitan 10 kilos de agave