Las uvas son el fruto de la vid y crecen agrupadas en racimos de entre 6 y 300 uvas, se pueden encontrar con mayor facilidad durante el paso de los meses veraniegos de junio, julio, agosto y septiembre.
Según su destino, existen tres tipos de uva, para distinguirlas hay que conocer los procesos de transformación de esta fruta. Aquí te dejamos un poquito de ellas.
Uva de mesa (fruta): Como ya mencionamos es común encontrarla fresca y en la mesa en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, que es la época de vendimia, es decir la cosecha, alrededor de ello se genera toda una celebración “Fiesta de la vendimia”. En el 2016, este producto obtuvo una producción de más de 256 mil toneladas, con un valor de 4,819 millones de pesos.
Consumir el fruto de la vid llena de beneficios al cuerpo pues los antioxidantes como resveratrol combaten los radicales libres, principales causantes del envejecimiento del cutis, además contiene vitamina B3, calcio, magnesio, fósforo y potasio, lo que favorece al cuidado del sistema inmunológico y a su vez previene la formación de coágulos en la sangre.
Uva industrial: El año pasado se destinó una superficie de cosecha de 7,720 hectáreas, en 10 estados de la República, lo que arrojó un valor en producción de 626,9 millones de pesos. La producción de esta variedad se emplea para elaborar jugos y jaleas, pero principalmente vinos, blanco, tinto y rosado.
Según el producto para el cual se destinen, las uvas deben contar con ciertas especificaciones, por ejemplo, las empleadas en la elaboración de jugos y jaleas deberán ser pobres en azúcares, de baja acidez y suave sabor; mientras que las uvas destinadas para hacer vino deben presentar una baja acidez y un elevado contenido de azúcar.
Uva pasa: Con una producción de más de 14 mil toneladas, las uvas pasas son el ingrediente esencial para postres y platillos agridulces. El proceso por el cual se obtiene una pasa se conoce como desecación, el cual puede ser al sol o artificialmente con aire caliente.
Se eligen para secar las variedades más dulces de uvas de mesa, y las que contienen menos semillas, es un alimento con un significativo aporte de hidratos de carbono, potasio, fibra, calorías y vitamina B6.