Se considera que los huertos escolares pueden convertirse en un punto de partida para la salud y la seguridad de un país, al mismo tiempo que las niñas y niños aprenden sobre naturaleza, agricultura y nutrición.

Los huertos escolares son un lugar para el disfrute y el esparcimiento que tienen como propósito práctico cultivar alimentos y mejorar la alimentación de niñas y niños. Su intención educativa es demostrar cómo puede lograrse y despertar la conciencia sobre cuestiones de nutrición.

Un aspecto a destacar es que la experiencia de la horticultura directa puede aumentar la preferencia de las niñas y los niños por las hortalizas y está demostrado que lleva a un cambio de comportamiento que responde más ampliamente a las necesidades de hoy.

En México, como en otras partes del mundo, existe el proyecto denominado “Mi escuela produce; parcelas escolares”, cuyo objetivo es educar sobre el cultivo de granos y hortalizas con técnicas de agricultura protegida, y también fomentan acciones que mejoren el medio ambiente y su cuidado.

El proyecto, en su primera fase, tiene como meta llegar a más de 21 mil estudiantes que aprenderán técnicas de cultivo de nopal, jitomate, maíz, cebada, frijol y lechuga, en los estados de Aguascalientes, Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Tlaxcala y Yucatán.

Esta iniciativa, además de generar progreso y bienestar, promueve el amor al campo.