El camino de la transformación de la caña de azúcar comienza en un ingenio azucarero, una planta industrial dedicada al procesamiento, transformación e industrialización de esta planta.

El proceso para obtener azúcar consiste en nueve pasos: corte de la caña, molienda, generación de vapor, calentamiento, clarificación, filtración, evaporación, cristalización, evaporado y secado.

Posteriormente se procede a la refinación; aquí ocurre la separación de sólidos, alcalización, clarificación, decoloración, filtración, evaporación, cristalización, centrifugado y finalmente se seca por medio de corrientes de aire, así el azúcar queda lista para empacarse y salir a la venta.

De este proceso se obtienen cuatro tipos de azúcar: mascabado, estándar, refinado y blanco; cada uno de ellas se distingue por el número de veces que ha sido procesada, es decir, refinada; el primer nivel o con menor número de procesamiento es el azúcar mascabado.