Para disfrutar del vino no hay que ser un experto, pero, cuanto más aprendemos de algo, más lo disfrutamos.

  • La clasificación de los vinos

Para diferenciar los tipos de vino existen varias clasificaciones. Las más básicas son por su dulzor y por su edad. En la primera se diferencia entre secos, semisecos, semidulces y dulces.

  • Tipos de vino

Vino tranquilo: Tinto, blanco o rosado. Sin burbujas y con menos de 15º de alcohol.

Vino espumoso: Cava, Champagne y otros. Obtienen las burbujas gracias a una segunda fermentación en botella.

Vino gasificado: Incorporan gas artificialmente, como un refresco.

Vino licoroso o generoso: vinos de más de 13º ó 14º de alcohol, a muchos se les añade más alcohol. Suelen ser dulces (moscatel, Oporto), pero también los hay secos (fino, manzanilla, amontillado, oloroso).

  • Vino y salud

Los beneficios para la salud asociados con el vino se derivan del resveratrol, un antioxidante que neutraliza la acción de los radicales libres, disminuyendo, entre otras, las enfermedades cardiovasculares.

  • Entre más tiempo se guarde el vino, mejor.

No todos los vinos están hechos para la guarda. Algunos vinos son para beberse jóvenes y otros para conservarse por más tiempo. Por esta razón, es recomendable informarse acerca de las propiedades de cada vino para determinar si se puede guardar y durante cuánto tiempo.

  • La comida mexicana no se lleva bien con los vinos.

Si hacemos los maridajes correctos, entonces tenemos que los platos picantes bien pueden ir con un vino blanco afrutado; algunos moles y adobos pueden encontrar pareja en muchos tintos y una cochinita pibil queda perfecta con un rosado.