El país enfrenta una situación de alta dependencia alimentaria del exterior, es duro aceptarlo pero importamos casi la mitad de los alimentos que comemos y también la mayor parte de insumos, maquinaria, equipo, implementos y combustibles para la agricultura, lo cual es inconcebible porque el campo mexicano tiene potencial y capital humano, sobre todo en las pequeñas unidades de producción muy valiosas para revertir los problemas que están relacionados con la productividad y la importación, al menos de granos básicos.

Según la FAO el crecimiento agrícola, es un factor efectivo tanto para el desarrollo económico como para la reducción de la pobreza y se puede esperar que el incremento de la productividad al interior de las pequeñas Unidades de Producción tenga una incidencia más amplia en este objetivo.

/cms/uploads/image/file/589757/pecuario.jpg

Por lo que el Gobierno de México, conocedor y sensible ante esta situación, compensa por su esfuerzo a las y los campesinos, entregando apoyos económicos directos, sin intermediarios a través del programa Producción para el Bienestar de la Secretaría de Agricultura, el cual se diseñó especialmente para atender a pequeños y medianos productores de granos (maíz, trigo harinero, frijol y arroz), café y caña de azúcar.

/cms/uploads/image/file/589758/PiscicultoraMexicoConapesca.jpg

De esta forma en unión con las pequeñas unidades de producción hacemos camino hacia la autosuficiencia alimentaria nacional, la tierra, el agua y nuestra gente producirán los alimentos que consumimos, al mismo tiempo que nuestro campo será competitivo en el mercado internacional.

/cms/uploads/image/file/589822/PUPBLog_-01.jpg