Los RFAA han sido conservados y desarrollados por los agricultores de forma tradicional y son la base para desarrollar nuevas variedades y tecnologías. Se utilizan para la alimentación humana y animal, para fibras, vestimenta, vivienda y energía. La conservación y el uso sostenible de los RFAA son necesarios para garantizar la producción agrícola y satisfacer los crecientes desafíos ambientales y el cambio climático. A largo plazo, la pérdida de estos recursos plantea una grave amenaza para seguridad alimentaria mundial.

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Los recursos fitogenéticos constituyen, además, la materia prima indispensable para el mejoramiento genético de los cultivos. Desde hace siglos, los agricultores han utilizado la diversidad genética para obtener nuevas variedades adaptadas a las nuevas condiciones de estrés del medio ambiente. Así, la base de nuestra alimentación actual procede de variedades obtenidas y cultivadas por los mejoradores y agricultores en todo el mundo, dando lugar, a lo largo de la historia, a una diversidad vegetal constituida por un enorme número de variedades locales adaptadas a las necesidades humanas y al medio ambiente.

Hoy en día, la importancia de los recursos fitogenéticos para la obtención de cultivos mejor adaptados para retos actuales y futuros, tales como el cambio climático o una población en aumento, es cada vez mayor.

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En México, en el 2012, se inauguró el Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG) para conservar los recursos genéticos de importancia en México desde la perspectiva agroalimentaria, económica, ambiental y cultural, así mismo contribuye a la protección y uso ordenado, racional y sustentable de dichos recursos, para el disfrute de nuevas generaciones.

 

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