Esta deliciosa fruta, de sabor dulce y textura cremosa, es apreciada tanto por su exquisito sabor como por sus numerosos beneficios para la salud. 

¡Acompáñanos en este viaje para descubrir todo sobre el mamey!

Hablemos de números

El mamey, conocido científicamente como Pouteria sapota, es originario de América Central y se cultiva en diversas regiones tropicales de México, como Yucatán, Veracruz, Tabasco y Chiapas. 

Este árbol frutal, de hojas grandes y brillantes, produce frutos de forma ovalada con una cáscara marrón y una pulpa anaranjada que envuelve una semilla grande y lustrosa.

En 2022, la producción de mamey en México fue de 23 mil 718.22 toneladas, ya que el clima cálido y húmedo del país proporciona las condiciones ideales para su crecimiento.  

Es cultivado en 13 estados del país.

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¿Y eso con qué se come?

El mamey es una fruta tropical sumamente deliciosa que se caracteriza por su sabor dulce y su textura cremosa. Su pulpa tiene un tono anaranjado intenso y está repleta de nutrientes esenciales para el cuerpo.

 Es una excelente fuente de vitaminas A, C y E, así como de minerales como el potasio y el hierro. Además, contiene antioxidantes que ayudan a proteger el cuerpo contra enfermedades y a mantener una piel radiante.

Ricos beneficios

Los beneficios del mamey van más allá de su exquisito sabor. Esta fruta tropical ofrece una serie de ventajas para la salud, entre las que se incluyen:

1. La fibra presente en el mamey ayuda a promover la salud digestiva y a prevenir el estreñimiento.

2. Gracias a su alto contenido de vitamina C, el mamey ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir enfermedades.

3. Los antioxidantes presentes en el mamey contribuyen a mantener una piel sana y radiante, combatiendo los signos del envejecimiento prematuro.

4. El potasio contenido en el mamey ayuda a regular la presión arterial, lo que contribuye a la salud cardiovascular.

¡Manos a la obra!

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Helado casero de mamey

Ingredientes

  • 2 mameyes maduros, pelados y sin semillas

  • 1 lata de leche condensada (400g)

  • 1 taza de crema para batir (nata para montar)

  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Instrucciones

  1. Corta los mameyes maduros en trozos y colócalos en un procesador de alimentos o licuadora.

  2. Tritura los trozos de mamey hasta obtener una pulpa suave y sin grumos.

  3. En un tazón grande, mezcla la pulpa de mamey con la leche condensada y el extracto de vainilla. Remueve bien para asegurarte de que todos los ingredientes estén completamente integrados.

  4. En otro tazón, bate la crema para batir (nata para montar) hasta que forme picos suaves.

  5. Incorpora la crema batida a la mezcla de mamey y leche condensada con movimientos suaves y envolventes, cuidando de no perder la textura aireada de la crema.

  6. Vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador y cúbrelo con papel film o una tapa hermética.

  7. Congela el helado durante al menos 6 horas o hasta que esté completamente sólido.

  8. Una vez que el helado esté listo, sácalo del congelador y déjalo reposar durante unos minutos antes de servir para que sea más fácil de servir.

  9. Sirve porciones generosas de helado de mamey en conos o vasos y decora con trozos de mamey fresco si lo deseas.

El mamey es una fruta mexicana única y deliciosa que ofrece una combinación perfecta de sabor y salud. Ya sea disfrutándolo fresco, en licuados o en postres, el mamey nunca deja de sorprender y deleitar los paladares de quienes tienen la suerte de probarlo.

 ¡No dudes en incorporar esta maravillosa fruta tropical a tu dieta y disfrutar de todos sus beneficios!